S.O.S: RECUPERANDO EL VALOR DE LAS PALABRAS

Frente a la crisis que vive todo el sector cultural, un dúo de artistas jóvenes, trae una propuesta irresistible: teatro por teléfono. Una forma de transportarse al radioteatro dónde lo importante es qué se dice y cómo llega en un Otro.

A las 21.05 del domingo suena el celular. Del otro lado de la línea una persona desconocida saluda e invita a ser parte de la historia. En está ocasión una amiga de toda la vida necesitaba ayuda. Una cena en casa del pibe con el que duerme, de clase alta, con una madre que va al gimnasio, a la peluquería, y hacerse las uñas porque la imagen lo es todo, y que entre chistes y comentarios derechista, la pone a prueba: cocinar el postre de la velada era ahora su responsabilidad.

Entonces para ser francos, la cosa era así: una amiga de toda la vida enroscada en mandatos sociales que se modificaron a lo largo del tiempo, pero que continúan existiendo dentro de la cultura patriarcal en la que vivimos. Una piba que quería salir corriendo o teletransportarse a casa de sus amigas para comer pizza y tomar birra en joggineta y zapatillas, sin ser juzgada, catalogada o puesta a prueba por nadie pero que debía en minutos ponerse a hacer un postre y no tenía noción de cómo arrancar, entonces envuelta en desesperación, llama.

Este fin de semana tuvo lugar la tercera edición del clico experimental “S.O.S: Con un poco de ayuda de mis amigos”, en la cual coexisten cuatro historias pensadas para regalárselas a esxs amigxs que te ayudan a llegar cada vez más alto, de esta forma lo plantean desde la producción. “S.O.S” es un ciclo de obras teatrales donde entran en escena un/a actor/actriz, un oyente, una llamada anónima a la hora pactada, y una historia que existirá por única vez en esa conversación.

Atravesando una pandemia y siendo el teatro y la cultura en general uno de los sectores más perjudicados dentro del aislamiento social preventivo del Covid-19, hay quienes sienten la urgencia de continuar creando, de llegar a la gente y de romper con el concepto de ver para creer: “S.O.S es un experimento teatral telefónico, es la manera que encontramos para rescatar algo de la teatralidad en un contexto donde es imposible reunirnos con les espectadores en las salas. Empezamos a pensar este proyecto desde el deseo, casi la necesidad, de volver a actuar en vivo. De sentir la conexión con el espectador, experimentar la adrenalina de la función, la espontaneidad de que cada vez que actuamos sea diferente a la anterior”, dice Fran Alonso quien junto a Paui Alello gestaron el proyecto,  además de poner sus voces al teléfono.

De la misma forma que actores y actrices se ven hambrientos de subirse a un escenario y conectar con el personaje, están también las ganas y el anhelo de las personas que consumen teatro regularmente para zambullirse en una realidad diferente hasta que se cierre el telón. Esa pizca mística que tiene el teatro se hace extrañar después de tantos meses sin vivirlo y en estos momentos dónde las noticias no son para nada alentadoras, se vuelve imprescindible acudir al arte para relajar un poco. Sin embargo los espacios culturales continúan inhabilitados en nuestra provincia y no parecen tener lugar en las agendas institucionales hasta nuevo aviso.

Al respecto Alonso agrega: “Pensar el teatro sin espectadores es un ejercicio imposible, por eso creo que también hay que pensar en ellxs cuando hablamos de la crisis del sector teatral durante la pandemia. La respuesta que hemos tenido creo que también tiene que ver con las ganas, casi la necesidad, del público de ir a ver un espectáculo, de atravesar una experiencia cultural que te encuentre con otrxs y te modifique de alguna manera”. S.O.S está muy cerca de las 200 funciones, y podría ser esa la prueba respecto de esta necesidad de introducirnos aunque sea unos pocos minutos, en otra realidad que nada tiene que ver con la tuya, o si, pero ahora viviéndola con alguien que desconoces por completo.

Para formar parte de esta experiencia, hay que entrar a alternativateatral.com, elegir la obra “S.O.S” y abonar la entrada a la gorra virtual que va desde 250 a 500 pesos. Se deja un número de teléfono y desde la producción se comunican para recordarte el horario de la ansiada y misteriosa llamada. Las funciones de este experimento teatral no superan los 20 minutos. Se pueden disfrutan por celular o por teléfono fijo. Y se pone en marcha un ida y vuelta únicamente con palabras y sonidos. El ciclo continúa hasta el mes de noviembre inclusive, y sus temáticas están en cartel durante dos semanas. Les productores lo pensaron como un espacio de resistencia teatral ante las adversidades pandémicas y por eso invitan a distintos artistas en cada tema.

PARA AGENDAR:

S.O.S comenzó con “Todo lo que necesitas es amor”, siguió “La noche de un largo día”, actualmente y hasta el próximo fin de semana “Con un poco de ayuda de mis amigos” que cuenta con la participación de Juan Nemirovsky y Maru de Rosa y el 16 de octubre llega el turno de “¿Querés saber un secreto?” con textos y actuaciones de Adriano Espinosa Catalán, Micael Genre-Bert, Sol García Casanovas y Paola Santi Kremer.

Para el mes de noviembre la cartelera es: El día 6 se estrena “No quiero arruinar la fiesta”, con Felipe Haidar, Paui Aiello, Graciana Tucat, Fernando Galassi y Camila Sala (estos dos últimos actuando a dúo), y el ciclo termina con “Mientras mi guitarra llora dulcemente”, a partir del 20 con elenco a confirmar.

En un contexto dónde las redes sociales, la televisión, los streaming y los vivos se apoderaron de las horas libres y los fines de semana de todes, está propuesta que sale de dos jóvenes de 23 y 24 años, aparece para romper con lo  establecido y volver a conectar con los inicios, dónde las palabras tenían valor real, por eso las conversaciones que nacen en cada llamada invitan a repensarnos en el amor, la amistad, el aguante y la vida misma.

¿Quién dijo que una voz desconocida no puede ser buena compañía?

Por: Ludmila López

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