Los Sueños: lo onírico cobra cuerpo en escena

La obra volvió a la magia escénica en el CEC tras dos años sin hacer funciones y acá te contamos cómo se vivió.

Esta es una obra inspirada en los fotomontajes realizados por Grete Stern para la revista Idilio entre los años 1948 y 1951. Expone la opresión de la mujer argentina retratando los sueños de las lectoras de la revista. Los años 50 colorean el paisaje de estas siete mujeres ¿Qué esconden? ¿Cuáles son sus  anhelos prohibidos? ¿Qué temen? ¿Qué las mueve?

Con estos interrogantes de la sinopsis entramos un rato antes de que se de formalmente sala. Junto a Sofìa somos testigos privilegiadas de cómo están en movimiento y contacto estás 7 mujeres, con sus ropas de entrenamiento. Están entrando en estado, en climax para abordar lo que se viene. Se tocan, se unen, se traban, generan contrapesos...se sostienen entre todas, una a la otra.

Tras un momento, el público ingresa y se acomoda. Ellas siguen en movimiento constante hasta ir soltándose, independizándose pero para expandirse en el espacio y recorrer un perchero que va a  guiar el destino de su vestuario que ya empezó a desprenderse. Será que necesitaban sacarse las vestiduras de otro yo para empatizar con las mujeres que hace décadas revelaban su inconciente en una revista, tomar sus ropas y objetos con los cuales acompañarse, intervenirse e interpelarse.

¿Que quería ser cuando niña? ¿Es feliz? ¿Qué sueña? son algunas de las preguntas que las intérpretes repiten mientras van de un lado a otro y se encuentran o chocan. Las mismas pertenecen originalmente al cuestionario que las lectoras de Idilio debían contestar para hallar una respuesta a su mundo inconsciente. Las respuestas de sus sueños se tradujo en los fotomontajes que Grete Stern hacía para la revista.

Inspiradas en esto, las intérpretes articulan movimientos y se montan escenas que se superponen y exponen la imagen de la mujer de los años‘40/’50. Su desdicha, miedos y frustraciones se van a hilvanar y cruzar en escenas, como los sueños, que ahora cobran cuerpo y presencia en el movimiento.

La danza acompaña estos deseos. Las metáforas de estos sueños se traducen entonces en colores rojos, beiges, vestidos, zapatos, desnudez, en ser pescados intentando sobrevivir en un mundo que se las come. En un momento se entrona a la reina de las amas de casa...en una escalera. Es ama. ¿Es ama? ¿Ama? ¿Cómo? En otro momento sus sexos avanzan avasallantes, las mueve el deseo, lo gozan y lo muestran, son el deseo.

La grupalidad que generan estas mujeres, se hermana danzando, se unen, van, vienen, todas juntas, en fila, se muestran, de un lado y otro. Están juntas frente al público. Los aplausos no tardan en llegar. Son realidad.


En escena: Lucia Quiroga, Abigail Gueler, Julia Carey, Antonella  Albertosi, Florencia Rocco, Estefanía Salvucci y Wendy Gilt.
Idea y Dirección: Virginia Tuttolomondo
Creación colectiva
Asistencia de Dirección y Diseño gráfico: Diego Stocco
Música original: Martín Salvador Greco y Alejandro Joaquín Coria
Operación técnica: Mario Armas
Vestuario: Guillermina Elinbaum- Ramiro Sorriquieta
Fotografía y video: Francisco Castillo
Diseño de iluminación: Carla Tealdi


Texto: María Victoria López -Tengo Danza
Fotos: Sofía Coloccini

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