Mixturas del litoral

Tonolec en rosario (Fotos: Gabriel Cejas)

Pocas veces nos acercamos al folclore de nuestra tierra. Solo algunos ritmos nos suenan cuando escuchamos la palabra folclore; solo los que el mercado nos indica, y que muchas veces nos hace pensar: "folclore? ah no a mi no me gusta el folclore". 

Son muy pocos los grupos que ingresan dentro del mercado comercial de la música, que exploran sonidos y ritmos que son difíciles de escuchar, ese folclore anónimo, mántrico, en idiomas que salpican saliva indígena.

Tonolec luego de quince años de búsqueda, aprendizaje y experimentación con ritmos del litoral argentino (Quom, Mbya Guarani,)  logra transmitir algo más allá de los arreglos musicales que no dejan de ser sumamente “for export” e híper vendibles al mundo entero. 

Allí esta. Algo lo que surge de entre las instrumentaciones tan bonitas y fáciles de escuchar. Y es una voz que va desde una bestia que ruje y golpea a lo más interno del espectador, pasando por registros anónimos, autóctonos, modulaciones ancestrales, sin dejar de lado la dulzura y momentos liricos que sorprenden. Creo humildemente que sin la voz de la gran, por momentos una esfinge en vivo, Charo Bogarín, todo pasaría por un bonito sonido folclórico pero sin los pies en la tierra, sin raíz, cosa que escasea por casi todos los nuevos grupos que miran para nuestros ancestros y deciden componer o interpretar.

Solido show de casi tres horas que nunca canso,  que sin su compositor y creador de ambientes Diego Pérez tampoco sería posible.

Un respiro de tierra que es tan necesario en una ciudad, que olvida, oculta y demuele lo poco de raíz que le queda.

Gabriel cejas

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