Kapanga y su motorhome musical en Vorterix

La banda oriunda de Quilmes continúa paseando su último material y desembarcó en su vistita habitual con los clásicos de siempre

En épocas donde abundan relaciones superficiales y con escasa cuota de compromiso, Kapanga sale a reivindicar algunos valores de la vieja escuela. Es que 21 años en el lomo como banda con el trajín que eso demanda, no es para cualquiera. Más de dos décadas de seguir en el camino y de estrechar una fidelidad con su gente que pareciera de toda la vida. Al parecer esto no se trata de seguir adelante solo por inercia, ya que a esta altura del partido se dan el lujo (no solo) de grabar su noveno disco, sino también de hacerlo por primera vez de manera independiente. La gestación estuvo a cargo de Maikel junto con Martín “El chavez” Mendez, y el sábado vinieron a presentarlo nuevamente. Motormúsica dio sus primeros pasos a lo largo del último año, y al parecer desde que salió a la luz, a nuestra ciudad le sentó bastante bien la presentación de la nueva placa. El mismísimo Mono recordó entre una de las primeras palabras que deslizó, que desde el año 98´ visitaron Rosario de manera ininterrumpida. Cerca de las 23.30hs se corrió el telón del Vorterix y le dieron rienda suelta a uno de los corte difusión, Misamigos, un breve resumen de lo señalado inicialmente, esa fraternidad que se gesta puertas adentro, se percibe en el escenario y se traslada al público. Entre brazos que buscaban alcanzarlo, el carismático líder paseaba una jarra con la imagen del Gauchito Gil, pidiendo que la llenen para pasar al segundo tema. Pasada la formalidad de darle puntapié a la noche con el último material, vino una catarata de clásicos. Una efímera intro para largar En el camino, Desesperado, un poquito más acá en el tiempo, pero sin perder intensidad, con No me sueltes, y un teatro saltando al unísono con Fumar. Después, Nunca creas y Ramón, con infinidad de personajes homónimos al tema que aparecían en la pantalla. No muy atrás de la soltura y las ganas de charlar que tenía el Mono, surgían constantemente comentarios de Maikel, quien adujo su vestimenta formal a un casamiento luego del show. Mientras que a esa altura Mafia asomaba atrás de los platillos para sacudirse la indumentaria de vaquero que traía puesta y que por cierto fue burla del frontman. Acompañando, con un perfil un tanto más bajo , claro, “Memo” Manera y el “Príncipe” Arjones, en bajo y teclado respectivamente. Es lo mismo, tema por cierto enraizado en la matriz kapanguera, con un prólogo de guitarra bien rockero se termina fusiona con una base cuartetera, abrió otra parte del show para seguir engrosando la lista con Motormúsica, junto con Descarte, Gauchito Gil y Juntos. Cuando hablamos de fidelidad nos referimos también a que nunca falte La taberna, y mientras los músicos bromeaban con las imágenes de antaño que reproducían las pantallas, le daban lugar al pogo más grande de la noche. Luego Contramano y La crudita, tracks que se han ganado el sentido de pertenencia de la gente, casi a la altura de un himno, como El universal que sonó detrás. Previo al final, el último tema del nuevo disco, SPM, donde repite un estribillo que reza constantemente “siempre me pasa lo mismo”, montado a un híbrido rítmico de chacarera y mariachi, y que quizás justifique la indumentaria de Maffia. Para el epílogo quedaron Motormúsica, Rock y luego de varios intentos y llamados a la paz por parte del Mono para alguno que se fue a las manos, El mono relojero Pasada la 1 am, tras veintidós temas, el habitual saludo kapanguero y el deseo de acompañamiento por parte del Gauchito Gil. Una personalidad como la de Martin Favio logra que hasta escépticos de la vida hayamos contemplado a lo largo de estos años, la imagen de una santidad con el respeto propio del que él le rinde. ¿Será el carisma?, ¿será el motor de la música?, no lo sé sinceramente, lo que sí puedo asegurar, es que desde la humildad de A 15cm de la realidad, hasta la independencia en Motormúsica, los quilmeños mantienen un sentido de pertenencia y un significado de amor por lo que hacen que ya no se ve por estos lares. Redacción: Alvaro Arellano Fotos: Cristian Sanchez

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