Desde Bogotá, el Negro Maxi nos representa el amor citando al Señor Miyagi y Sigourney Weaver. Por Massimo
Para el entendimiento correcto del siguiente cuento recomendamos algunos datos útiles. Es recomendable que usted haya:
A todos los lunáticos que
están dando vueltas por el espacio creado por sus alucinaciones.
Capítulo 1
Todo comenzó aquel extraño día en que nacieron 23 niños en un mismo segundo, se vendieron 83.234 plátanos en Centroamérica y se destilaron en la terraza de un inexperto adolescente 1.2 litros de agua en intento de crear alcohol.
Ese día comenzó esta historia donde Inolfo y Linda, por medio de su amistad, hacen, hacen y siguen haciendo.
Ellos se conocieron en la Universidad de Bellas Artes, donde estudiaron juntos un año y medio. Entre tantas charlas se auto convencieron que para ser artista no hacia falta estudiar sino, como acabamos de explicar de hacer y hacer.
Inolfo hoy en día es de contextura flaca, unos 58 años y convive con aliento de haber tenido un feliz día pero que termina exhausto. Es extrovertido, alegre y muy creativo. Linda era un poco mas no tanto como él pero mucho mas como ella.
Su sonrisa podía escaparle y unirse a todo lo que hacían.
Juntos creaban sus mundos mágico e interestelares, juntos caminaban por donde buscaban y querían.
Capítulo 2
Un dia de esos que a las dos de la tarde ya se visualiza la luna y mientras bebían algo rico acompañado de otra cosa también deliciosa surgió entre los dos una conversación poco ortodoxa:
Inolfo- Nunca pensaste Linda que podemos estar locos?
Linda- Y porque se te ocurre pensar eso?
Inolfo- No te das cuenta que somos distintos a los demás? A nosotros nos gustan cosas diferentes que a los demás.
Linda- Pensas que estamos locos por eso?
Inolfo- Si!
Linda- Crees que hacer lo que a uno le gusta es ser un loco?
Inolfo- No mmm, eso no.
Linda- Entonces no estas haciendo conmigo lo que te gusta?
Inolfo- Si, me encanta! Lo que pasa es que me siento un extraterrestre. Ser adulto y jugar o divertirse como un niño parece ser cosa de locos. ¡estamos locos!
Linda- No coincido con lo que dices y puedo demostrártelo, déjame probar!
Asi fue como Linda se propuso a justificar que la divertida e inocente vida que llevaban juntos no era cosa de locos.
Después de esa conversación siguieron tomando y comiendo cosas ricas durante 53 minutos mas, de los cuales no hablaron hasta el minuto 48 donde Linda soltó el tema de conversación del clima y dijo:
Linda- Que humedad hizo ayer!
Inolfo- Si, la humedad mata.
Capítulo 3
Pinta un punto blanco sobre la pared –dijo Linda- ingresando a la habitación de negro que había en la casa ( la habitación de negro es una obra de arte inconclusa que creyeron, alguna vez, haber terminado).
Lentamente y como si no entendiera que quería demostrar Linda, Inolfo cogió el pincel, lo sumergió en la lata de pintura e hizo un delicado punto blanco sobre la pared.
Ya- dice Linda- haz otro. A lo que Inolfo responde: ¿por casualidad estas haciendo lo que hacia el sr. Miyagi con Daniel Sam? ¿Son tus puntitos blancos tu encerar, pulir?
Pero a pesar del reclamo de la falta de originalidad en las ideas de Linda, Inolfo con pincel en mano lo remoja en la pintura y vuelve a hacer un punto al lado del anterior, y otro, y otro, y otro más allá y otro.
De repente y sorpresivamente luego de una gran explosión de mayonesa en el aire todo se convirtió en una hermosa galaxia llena de estrellas. Viajaron en el tiempo y espacio y reaparecieron, como tele transportándose al espacio exterior. Flotando en un espacio único e irrepetible como una fogata o el correr del río.
Linda!- dice Inolfo- ves! Somos extraterrestres!
Pero no!- responde su compañera- no somos, deja de pensar así. Somos perfectamente equilibrados con nuestros actos.
Inolfo- Entonces me aseguras que no estoy embarazado como Ripley de un Alien?
Capítulo 4
Una canción resonaba en el ambiente. Sus pinceladas danzaban en su ritmo mientras algunas olas dentro del cuerpo de cada uno acompañaban los silencios con audaces y coloridos movimientos. Como si no tuvieran gravedad.
Inolfo- Sabes por qué se dice en estas instancias que estamos sin gravedad?
Por qué? – pregunta Linda.
Inolfo- Porque siendo así de lentos podemos chocarnos contra cualquier cosa que no hay gravedad de lesionarnos.
Una vez mas la inusual pareja creó un mágico e interestelar espacio. Una vez más lograron expandir lo que sus sentidos percibían y proyectaron en su entorno lo mejor de ellos, su hacer y haber.
Capítulo 5
Inolfo coge una vez más el pincel y dibuja una extraña figura sobre la pared. Linda, sin entender pregunta –qué es eso que dibujaste?
Un mejicano subiendo las escaleras –responde Inolfo.
El mejicano subió la escalera y llegó hasta una estrella. La estrella no brillaba tanto como debería pero era la estrella que, según nuestro compañero, mejor fue pincelada.
Y como un rayo de luz el mejicano de gran bigote intimida a Inolfo con su mirada y le dice:
- Si te preguntas que estas loco es porque no lo estas, pinche cabron!
Esas delicadas palabras con acento de experiencia lograron contagiar a Inolfo de una gran sonrisa en su cara. Fin
Fin trágico: El mejicano murió subiendo las escaleras.
Fin romántico: No hay un piquito para mi?
La historia sin Fin: Atrelliu!