El Museo de lo vivo

El viaje no comienza cuando subimos a la traffic en la sala Mitre, sino mucho antes. Antes de que Suly cerrara las gestiones para que la fecha esté definida. Mucho antes de que alguien pregunte ¿Quién es Carlos?

El museo del Rock recibió con brazos abiertos a la comitiva llegada de Rosario el sábado 26 mayo. Bajan de la nave las formaciones de Perro Mamerto y MDH, para encontrarse con los Marcianos Deskonfiados y los anfitriones Flatulencia; sus compañeros de escenario. Este encuentro no sólo salva la distancia entre amigos, sino que es una muestra de que el Punk Rock es federal. Tanto por la voluntad de quienes organizan y llevan adelante estos eventos, como por el esfuerzo de quienes apoyan la movida y van a disfrutarla.

Abre la noche Marcianos Deskonfiados y empiezan a darle calor a las entrañas del Museo con un sonido filoso y desafiante. Los suceden los muchachos de Flatulencia para sacudir más las paredes. Esa noche los rockeritos de Elortondo no duermen pues el mortal Porroman camina junto a las vías.

MDH es quien continúa el espectáculo. Con la cruz de Ricky sobre sus almas nos estampan en nuestras caras una energía difícil de contener sin saltar al centro del quilombo. El pogo se corta unos minutos para que cambien los jugadores y ahora es Perro Mamerto el que sube a las tablas. Cargando 10 años a cuestas se ven con un trámite para cerrar, pero no iba a ser tan sencillo pues Tusán los vigilaba desde el cielo. Con la selección de temas más agitadores de Quién abrió la Bayonesa prendieron fuego la guitarra de Suly mientras la gente saltaba a las patadas. El festejó acabó temprano para el gusto de quien escribe, dejando bajo sospecha que el deseo era dejar manija a la gente. Pues cerrando con La casa de las 1000 caravanas lo lograron; por eso muchos se quedan averiguando las próximas fechas. Gente que viajará a Rosario desde distintos puntos de la región continuando este movimiento integrador llamado Punk Rock.

Cabe aclarar que el Museo del Rock es un espacio cedido por parte la comuna de Elortondo  tras años de lucha y persistencia por parte de una agrupación de Heavys y Punks de la localidad hace ya 12 años. Hasta ese momento se llevaban adelante eventos autogestivos de forma itinerante. Se hicieron cargo del trabajo inicial Pata Grande, Madriguera y otros sin pensar en el legado que estaban armando. Hoy en día lo llevan adelante la gente de Flatulencia abriéndole las puertas a bandas de mismo pueblo, Melincué, Venado Tuerto, Rosario, San Nicolás y demás localidades de la región. Permitiéndoles armar sus propias fechas sin la obligación de un número mínimo de entradas vendidas o sumas de dinero por parte de las bandas que allí tocan. En una conversación con Churri, cantante de Flatulencia, comentó estar agradecido con la comuna por la oportunidad de mantener ese espacio donde pueden realizarse eventos sin patovicas, sin violencia y donde se abren las puertas para todos quienes quieran ir a disfrutar, sin prejuicios ni distinciones. Si hubiese quien duda de ello, puedo decirle que esa noche no sólo nos encontramos con gente perteneciente a otras ramas de la música, sino con una franja etaria que iba desde los 18 hasta los 70 años.

Pablo Sanchez

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