El género thriller nos ha llevado en esta oportunidad hasta Canberra (Australia), un escenario al que estamos poco habituados en ese género. Allí, la periodista Harriet Dunkley (Anna Torv) casi por casualidad presencia el descubrimiento de un cadáver, por parte de los efectivos policiales, a orillas de un río. Su curiosidad periodística la hará investigar obstinadamente, aprovechando el contacto que tiene nada más ni nada menos con la agencia de inteligencia nacional. Su contacto, además, es una agente de inteligencia de nombre Kim que solía ser su esposo (brillantemente interpretado por el actor australiano Damon Herriman). Todo perderá la normalidad cuando Harriet y Kim comiencen a investigar la identidad de ese misterioso cadáver hallado en el río. Allí un lóbrego entramado que incluye a la política exterior de China y Australia pondrá sus vidas en riesgo.