Festival Grl Pwr: Las que faltaban

Cuando te diste cuenta que la mayoría de tus artistas favoritos eran varones?

Cuando te diste cuenta que la mayoría de tus artistas favoritos eran varones? Parece que en la escena musical no hay lugar para mujeres (menos que menos identidades no binarias, trans y queer). Pareciera que para llegar arriba hace falta pisar varias cabezas, parece que no cabe la posibilidad de ser consciente de las otras personas y tener éxito. En un panorama donde el productor de uno de los festivales más emblemáticos del país se atreve a decir que las mujeres no tienen talento suficiente, dónde ni siquiera se piensa en la posibilidad de que les no varones sean profesionales de la música y nos sorprende ver a una "banda de pibas" subirse al escenario y romperlo todo; acá se desarrolla el GRL PWR: producido y protagonizado íntegramente por mujeres.

La jornada fue extensa, los ánimos altos, la mayoría de las personas que asistimos estábamos llenas de brillos para la ocasión. Hubo conversatorio, poesía, feria, música, muestra de fotos y pogo.

Empezó de la mano de Barbi Recanatti y Gabi Borrelli que nos hablaron sobre la importancia de apropiarse de los lugares que son asignados únicamente para varones y nos invitaron a generar los nuestros.

Más tarde comenzó el espectáculo protagonizado en un principio por artistas locales del ámbito de la poesía y de la música: abrió Evelina Sanzo en conjunto con Dora do de las tanga feroz, un grupo de poetas que no le tiene miedo al decir.

Luego fue el turno de las Agua viva, banda rosarina que con su impronta experimental nos hicieron generar en la mente y el cuerpo un paisaje sonoro; dando lugar al baile amenizado por la dj trigga nigga.

Siguieron las fémina que tocaron algunos temas de su nuevo material, perlas y conchas.

Más tarde, Ana Tijoux, artista chilena que con su hip hop viene moviendo las estructuras hace más de una década.

La siguieron las Alto guiso, banda local con gran reconocimiento por lo genuino de su identidad y la calidad de su material.

Marilina Bertoldi, quien visitó la ciudad por segunda vez brindándonos un show impecable en cuanto a sonoridad y puesta en escena.

Cerró la jornada Sara Hebe, artista chubutense que a lo largo de su carrera ha sabido no solo no silenciarse, sino también amplificar la vos de quienes no se escuchan.

Mientras en otros ámbitos no se abre la posibilidad para que artistas cómo estás sean escuchadas, en Rosario y Córdoba está sucediendo, cabe destacar que quienes protagonizaron el festival en su mayoría son artistas del interior del país. Ojalá este sea el inicio de un cambio de paradigma en la escena musical, una diversificación de las voces, que la procedencia deje de limitar y la apertura para que mujeres e identidades disidentes sean parte de la escena artística y técnicamente. Y si no nos quieren dar lugar, a generarnos los espacios!

Texto: Paloma Gallardo

Foto: colectivo de fotógrafas feministas "La hoguera"

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