El pasado jueves 12 se presentó la legendaria banda 2’ en la Sala de las Artes
A las 10:30 abrió la noche Buffek, con un puñado de fanáticos que pogueaban en la espaciosa Sala de las Artes. Pasadas las 11:30 terminaron su lista con el cantante caminando sobre los retornos.
Media hora más tarde, luego de acomodar el backline y la escenografía, se aprestaron los 6 integrantes de Dos Minutos mientras se escuchaba una cortina mariachi. Con la primera nota de Valentín Alsina comenzaron los saltos y a volar vasos con cerveza sobre las cabezas de todos. Continuaron con Canción de amor y se fueron armando mosh que rompieron como olas contra las vallas que escudaban el escenario. Que mala suerte, Novedades y Odio laburar se continuaron casi enganchados, incrementando la euforia de los presentes. Respetando el orden del disco, largaron tema tras tema como disparando ametralladoras contra nuestro corazón. Antes de Otra mujer el Indio (guitarra) pidió que hagan espacio para que las mujeres presentes pudieran hacer pogo sin problemas, a pesar de que el quilombo era mixto desde el principio.
Una nota bastó para que todos los presentes se unan en un grito entonando la letra de Demasiado tarde. Con pelea callejera deslizaron el dato de que ya la tenían grabada antes de encerrarse para la producción de Valentin Alsina. Engancharon Arrebato con Ya no sos igual y agradecieron que no hubo inconvenientes que detuvieran el show.
Tras un respiro continuaron tocando tema tras tema con el vértigo que los caracteriza mientras llovían sobre el escenario zapatillas y vasos de plástico. Entre los grandes temas que se sucedían destacaron Mal romance, Jason, Todo lo miro y Piñas van, piñas vienen, de Volvió la Alegría, vieja!!!
Todo se sucedía en un interminable pogo con mosh, vasos que volaban empapando al público y las reiteradas búsquedas de hielito de parte del Mosca (voz). Los pibes y las pibas se enroscaban en los saltos y se abrían claros donde se vislumbraba algún caído que volaba al ser levantado de a varios. Varias pibas sobre hombros agitaban remeras y coreaban los temas desaforadamente. En todo momento la energía hacía temblar Pichincha hasta que abrieron las puertas y la Sala se llenó por completo. Cerrando con Aeropuerto nos dejan con ganas de más. Gracias al punk rock ellos tuvieron el mismo sentimiento y llegaron a tocar dos canciones más, comenzando con Marciano, una adaptación al castellano del tema de Misfits. Sonaba el último tema mientras Pedro (guitarra) dejó su instrumento para arrojarles púas y listas a los fanáticos que se agolpaban contra el escenario Terminaron 1:33 dejándonos exhaustos y con la voz ronca de tanto gritar esos temas que nos mueven y que representan la vida urbana que transitamos diariamente.
Txt: Pablo Sanchez
Ph: Cristian Sanchez