Otras masculinidades sin violencias

En el marco de las Charlas Conectadxs que organiza el Ministerio de Género, conversaron Laurana Malacalza y Lucho Fabbri sobre las masculinidades.

El flamante Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación encontró un espacio virtual donde conversar sobre las problemáticas que forman parte o circulan en la agenda de los feminismos. En su perfil de Instagram están difundiendo las Charlas Conectadxs, entre integrantes del ministerio y activistas de distintos espacios.

En la primera de estas charlas, Laura Malacunza, la subsecretaria de abordaje integral de las violencias por razones de género, conversó con Lucho Fabbri, que es coordinador del área de género y sexualidad de la UNR e integrante del Instituto Masculinidades y Cambio Social. El eje de la charla fue "otras masculinidades sin violencias".

 

Lucho comenzó planteando una distinción entre la masculinidad en singular, y las masculinidades en plural. Por un lado, habla de la masculinidad como sistema de organización social, una masculinidad que funciona como norma, como mandato: "Esta masculindidad en singular no es la masculinidad respectiva a una u otra persona, sino que refiere a un conjunto de discursos y prácticas que nos socializan, nos educan a esas personas que somos asignadas como varón al nacer, en una serie de ideas y creencias que están orientadas a pensar y sentir que los tiempos, las capacidades y las energías de las mujeres y de las feminidades deberían estar a nuestra disposición. Pretendemos disponer como varones del tiempo y del cuerpo de la mujer. Desde las cuestiones más cotidianas, como puede ser disponer de sus supuestas habilidades naturales de cuidado, para delegar a las mujeres todas las tareas domésticas y de cuidado que no queremos hacer; hasta los casos más crueles, como pretender disponer de su cuerpo y de su vida". Plantea que esta masculinidad se plantea como norma, como guión preestablecido y que es una masculinidad "cisgénero, héterosexual, con posiciones de poder y de jararquía, blanca, sin capacidad. Con toda un serie de atributos que tiene esa norma de la cual nos vamos acercando o distanciando en función de múltiples relaciones y trayectorias".

A ésta masculinidad hegemónica la diferencia de las masculinidades en su diversidad, que refieren a todas aquellas personas que se presentan ante el mundo identificándose con la masculinidad como expresión de género: "Esto es una apropiación y un uso que es múltiple, es heterogéneo. Ahí el género se entrecruza cuentras nuestras sexualidades, con nuestras pertenencia de clase, étnico raciales, generacionales, de discapacidad, etc. Incluso estas masculinidades en plural no son sólo las masculinidades de los varones cis. Son las masculinidades trans, las masculinidades no binarias, las masculinidades lésbicas, las masculinidades de todas esas personas que se presentan ante el mundo desde esa expresión e identidad de género"

También se habló sobre el rol de los varones cis género, si es que se puede ser varón y feminista, si es que las masculinidades pueden hacer un aporte al feminismo. Lucho plantea que a su parecer "más que tratarse de una identidad, de ser feminista, de ser reconocidos o proclamados como feministas, como si fuese una credencial, se trata de que podamos pensar cómo llevar las provocaciones, las interpelaciones, las denuncias, las demandas, las propuestas de los feminismos hacia nuestras relaciones cotidianas, hacia los espacios de sociabilización entre varones, a nuestros vínculos personales. Es decir, como hacer de esta idea de varón feminista no una identidad sino una relación. Cómo hacer del feminismo una mirada más que una camiseta. Me parece que lo que las compañeras muchas veces nos plantean cuando rechazan este intento de proclamación de los varones como feministas, están señalando la brecha enorme entre eso que autoproclamamos y lo que practicamos en nuestra vida cotidiana. El desafío está más que en ser proclamados como feministas, en llevar los feminismos a nuestros vínculos cotidianos, y eso sí es una tarea, es un rol, es un aporte nada despreciable que tenemos claramente profundizar y potenciar mucho más de lo que lo estamos haciendo."

Acá es donde aparece la idea de la traición a la complicidad machista, en los espacios entre varones donde los discursos machistas se reproducen con mayor impunidad: "Como cada vez es más evidente que, por la interpelación de los feminismos, nuestro machismo tiene un costo y ya no podemos ser impunes, en los espacios entre varones es donde más se reproduce ese machismo porque ante la ausencia de las compañeras, porque creemos que ahí tenemos la licencia para hacerlo. Me parece que justamente es ahí donde los varones que estamos sensibilizados con las agendas de los feminismos tenemos que hacer la mayor tarea. Por eso hablo de esta idea de la traición. Es como traicionar ese pacto de complicidad, llevando las herramientas que los feminismos nos convidan a esos lugares. Es donde es más costoso también, porque la masculinidad se ratifica fundamentalmente entre varones. Esta masculinidad normativa de los varones cisgénero está todo el tiempo en jaque: siempre tiene que ser ratificada y demostrada ante la mirada de nuestros pares."

 

La charla completa la podés escuchar en el IGTV del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, donde también está la segunda de la serie Charlas Conectadxs, con Lala Pasquinelli, fundadora de Mujeres que no fueron tapa.

Este lunes 18 a las 18 hs, desde el ministerio impulsan otra charla, esta vez a través de Zoom, llamada "Masculinidad hegemónica y violencia de género", con Matías De Stefano Barbero, Diana Broggi y Enrique Stola.

 

Texto: Gonzalo Luján

Foto: Twitter

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