Fiesta fin de año de Júbilo

En el momento que unx escribe una reseña de lo que fue tal cosa, está haciendo y diciendo desde su subjetividad. Es la noche, las percepciones, los sentidos dejándose ser de quien la escriba. ¡Y aplaudo la subjetividad! Así que si te parece que hay alguna flasheada, y sí, es muy probable, porque algo así fue la fiesta de fin de año de Júbilo en el Café de la Flor.

Quizás fue la locura de la noche, o la energía rebozada sobre nuestras cabezas por la cantidad de personas presentes, o la leyenda urbana de las decisiones a último momento (siempre termina siendo una noche anecdótica), o saber que se acerca el fin de año, o poder ver al fin por primera vez a dos bandas que nunca había podido ver en vivo; o quizás todo eso junto, hizo que la fiesta de fin de año del sello independiente rosarino, Júbilo, sea una de las fechas más relevantes e intensas de este 2014.

Porque creo que aquí poco importó cuestiones técnicas como el sonido, o las luces o lo que conlleve el concepto de “técnico”, porque la energía de la noche pisó más fuerte. Bueno bueno, dejaré la jipidez de lado.

La noche arrancó con Ponzonia y entonces la experimentación se volvió persona, un ser deambulante entre nuestras vísceras impregnando de ruido nuestros huesos. Mars Volta, Sonic Youth, en pasajes esos nombres resonaban en mi memoria pero ellos ahí arriba en sus propios viajes, nos regalaban algo auténtico. Y yo por dentro les decía “gracias”.

Después de unas flores inesperadas de un desconocido en el patio del Café, los Ovulating Hummingbirds materializaron lisérgicamente una masa de sonido que nos llevó a olvidar algo tan involuntario como respirar. Sus melodías como oleajes nos decían que esta noche iba a quedar; y cada uno vivía su cierre.

Por último, los ññññ nos quebraban las vértebras con el ritmo del fin (no hubo post ruidito en la caja negra). El sonido electrónico y sintético desequilibrante de Jose (aunque extrañé la guitarra en sus manos también) junto a las bases de Pablo, como hachazos, reivindicaban que el fin de año ya está muy próximo, que este 2014 la movida independiente vivió un momento crítico por un lado, político y muy unido por el otro, primando y demostrando que las ganas de hacer ruido pegan más y suenan más.

Y sí, algo así como las partes del todo hicieron del Café de la Flor y la fecha de Júbilo Discos, una noche tremenda.

Dale que va! 

Texto: Analí Macuglia

Fotos: Alejandra Bertolaccini + Renzo Leonard

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