El volver a la acción y cómo reaccionamos al mundo

La Compañía del Teatro de la Obscenidad presentó “Karma”, una performance distópico-futurista que imprime en los cuerpos de seis anónimos una misma pregunta: ¿Dónde estamos y qué hicimos para llegar hasta acá?

La noche del sábado 4 se presentaba templada, ideal para ir al teatro y no pegarse a las butacas de cuerina de la sala de Empleados de Comercio.


Al ingresar ya se veía que el escenario, ubicado en diagonal hacia abajo pero sobre elevado, estaba preparado acorde a la performance que íbamos a presenciar. O de la que ya estábamos siendo parte porque mientras el público se acomodaba, persistía una suerte de cacofonía que aturdía especialmente una alarma que chillaba a cada rato. Desde el minuto 0 entramos en el clima de repetición que exaltaba a uno, contraponiendo las ganas de que eso acabe y huir con el deseo de ver una obra y permanecer en el lugar sentado.


Hacer y no hacer, esa es la cuestión. No se levantó ningún telón, no fue necesario, tras varios aplausos del público pidiendo que se de comienzo a  la función, bastó con un cambio leve en la musicalización y un juego de luces para dar pie a los intérpretes de la noche sobre el escenario. Así se sucedieron una serie de acciones que ejecutaban una y otra vez,  milimétricamente coreografiadas, donde el uso del tiempo, del espacio y de la iluminación estaba detallado a cada paso. Todo medido, se sabía qué sucedía antes, durante y después de cada acción. Uno  de afuera ya llegaba a aprendérselas, es que también remiten a cuestiones vividas por todos: comer, tomar por el mismo camino a casa, tomarse una foto, etc. Abruptamente se generaban cambios en esa mecánica, se sumaban unas nuevas y se seguía pero también había quién se corría del camino, quién sospechaba que había un más allá, del comer sin nutrirse, de idolatrar una religión sin fe, de seguir un esquema de vida prefijado de antemano por alguien más, donde uno es intérprete y no creador. 


Todo el tedio se hace insoportable, van cayendo y se van escindiendo quienes siguen por esa vía que sólo conduce a un camino y quienes prefieren buscar alternativas. En definitiva todos terminamos en el mismo lugar (o no), en un más allá que desconocemos.  La cuestión es el cómo se transita este más acá que estamos compartiendo.

 

Texto: María Victoria López.

 

Ficha técnica:

KARMA es una obra de Marina S. Perin Bistmans y M. Sol Portillo Arias y cuenta con la participación en escena de Estefanía Nicoló, María Malfatti, Mauro Lemaire, Félix Alcalá, Agustina Macuglia, Lara Guerzoni y Stefano Barolat.

Así también, la puesta cuenta con la iluminación de Mauro Barreca y Flavia Cisera, musicalización de Sebastian Bosch, vestuario y estilismo de Liza Tanoni, escenografía de Juan Carlos Romagnoli y arte gráfico de Buscatus, entre otros.

 

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