Viernes a la noche, recital punk y capitalismo salvaje en su máxima expresión. Gargantas secas por precios descontrolados.
Al darse las 00 hs en la noche del viernes comenzó oficialmente el otoño, con su correspondiente fresco y ventoleta, que si no te ajustás bien la gorra te la lleva sin preguntar. Así estaban las calles en Mendoza y Lagos mientras se preparaba la vuelta de Desilusión Explícita a los escenarios, después de una última fecha en el sótano hace más de tres años.
El flyer no pudo ser respaldado, tres bandas quedaron en el camino. Los hijos de Alien no regresaron jamás de su visita al Uritorco ya que sus enojados padres los obligaron a volver a su planeta de origen. Mientras tanto, la tremenda ventisca que soplaba por Richieri hizo que tanto Drunx como Cultura Violenta perdieran varios integrantes, por lo que su noche de recital terminó siendo de rescatismo. Finalmente cubrieron su ausencia Amarrones y Botellazo.
Botellazo abrió la noche. Después tocaron los muchachos de Desilusión, estrenando un bajista que supo acaparar la atención con un volumen dominante durante los primeros minutos. La lista que interpretaron contaba con las clásicas canciones propias sumadas a algunos covers de 2’. A continuación tocó Perro Mamerto, banda oriunda de Sala Mitre, con un volumen menor al que nos tienen acostumbrados. Con temas del primer disco y otros que seguramente entrarán en el próximo, liquidaron el trámite aguantando a gente que se subía al escenario y cumpliendo con lo que pedía el público. Finalmente cerró la noche Amarrones con un look que acompañó la lista de Ramones que interpretaron. Pelo largo, camperas de cuero y más actitud que acordes.
Respecto al precio de la bebida, la única teoría posible es que era necesario tener la Isenbeck a 50 y la Quilmes a 60p para mantener los dos camarines (necesarios si me lo preguntan, ya que el nuevo tiene ventana). Precaución, revisan mochilas.
27 Cabezón Nº
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