El invierno no se da por vencido y se hace presente en este viernes por la noche en Rosario. El frío, en una de sus últimas funciones en nuestro hemisferio, nos obliga a amucharnos en las primeras filas de La Sala de las Artes, para cobijarnos en calor y que este sea nuestro hogar por un rato, con la presencia de Marilina y su excelente banda.

Las luces se apagan y se escucha una especie de  radio vieja que va cambiando de sintonía repasando fragmentos, estribillos y acordes de sus discos “Sexo con Modelos” (2016) “Prender un fuego” (2018) y “Mojigata” (2022).

"Un, dos, tres, va..."

Suena "Es poderoso", para hacerle honor a su majestuoso show. Marilina, vestida con un gran traje gris, camisa blanca, medias altas negras, tacos y corbata. Está mucho más que claro, sus shows se sumergen en una experiencia performática, donde las luces, los colores y las texturas juegan un papel fundamental para hacer de este encuentro una experiencia única. 

Leí por ahí que cuando se sube al escenario se transforma. Se imagina que es la heroína que desearía ser todos los días. Deslumbrante, carismática y poderosa.

Arriba del escenario es de pocas palabras y lo que prevalece son los gestos, sus miradas, sus movimientos. Una maestra de ceremonias como pocas en la escena musical.

Con un comienzo cargado de energía, suenan "Vivo pensando en ayer" y "Cosa mía". Es un show muy exacto, los momentos de la noche están marcados y el sonido está craneado de antemano.

("Vivo pensando, sueño pensando, pienso pensando").

A las pruebas me remito; al parecer, uno de sus sintetizadores no estaba sonando como estaba pautada en la prueba de sonido. Con mucha soltura y sinceridad nos pregunta:

- ¿Me pueden esperar un ratito?, estoy en mi casa y me puedo dar estos lujos". 

Vive pensando, sueña pensando, piensa pensando que todos los sonidos sean perfectos. 

Si de lujos vamos a hablar, tuvimos la fortuna de ver a las Bertoldi juntas en escena, Lula acompañó a su hermana en esta "gira cumpleañera" que siguió en el Festival "Equal", en Buenos Aires.  

Es hora de "LA LA", una de sus últimas creaciones. Risas, juego de palabras y rimas en inglés/español y un estribillo pegadizo hacen el cóctel explosivo que nos hace bailar al ritmo de esas bases eléctricas. 

La noche tuvo de todo, reversiones de "Fumar de día" e "Inevitable" de Shakira. También pudimos entrar en la (siempre y necesario) nostalgia, con "En mi" / "Enterrarte"y momentos bien arriba con "La Casa A" , "O no", "Mdma".

La banda conformada por Eduardo Giardina (batería), Juan Segovia (bajo), Luciana Torfano (guitarra) y en esta ocasión especial su hermana Lula Bertoldi brillaron en escena y demostraron una vez más que son una banda que no tiene principio ni final.