El cantautor uruguayo visitó la ciudad para repasar canciones de todas las épocas.
Cuando uno piensa en Martín Buscaglia de inmediato lo asocia a todo un universo de canciones de diferentes ritmos y estilos. Casa Brava , en Pichincha, fue el lugar elegido el pasado jueves para que el músico pueda repasar gran parte de su repertorio en un formato íntimo.
Guitarra en mano el show comenzó con “La comedia” (de su último disco “Basta de música”) seguida de un clásico que supo interpretar con Julieta Rada, “Visionarios”.
El último disco cobró especial protagonismo , a la hora de repasar varias canciones de ahí como “Me enamoré” , “Para vencer” o “Chuza” .Esta última interpretada con medio vaso de agua ,marcando negras , y voz recordándonos al formato “Hombre Orquesta” utilizado a veces por Martín para resaltar el papel de las canciones por sobre los instrumentos. Cada impasse entre tema y tema a menudo estuvieron acompañados por anécdotas o comentarios que abordaron diferentes temáticas : desde la inspiración , composición , los cambios en la forma de consumir música así como tradiciones y personalidades rioplatenses.
La noche tuvo su momento literario cuando el músico presentó la segunda tirada de su libro “Dos patos” : un cancionero hecho en colaboración con colegas para poder interpretar muchas de sus canciones, acompañado de fotos , anotaciones e incluso un QR para acceder a secciones interactivas. Tras la lectura del prólogo sonó “Trivial Polonio” (quizá de sus mejores canciones,grabada junto a Juana Molina) y uno de los clásicos de su repertorio que supo instalarse de este lado del charco , “El Sol”.
“Presiento que esta noche soy un lirio” anticipó el cierre de la velada con un Buscaglia recordando sus primeras visitas a la ciudad con la banda soporte “Los Bochamakers” , a quienes los concurrentes no extrañaron demasiado dado que sus canciones tienen esa particularidad : resistir cualquier formato e interpretación sin perder la magia , desde el formato full band hasta el ambiente cálido y acogedor de guitarra+voz.
El bis fue un enganchado que sirvió de síntesis de lo que fue la noche , un diálogo constante entre temas de todas las épocas , arrancó con “Cerebro, Orgasmo, Envidia & Sofia” siguió con “Fernanda como un diamante” (del disco a dúo junto a Antolín) y cerró con “Mil cosas”. Martín Buscaglia exultante se perdía entre los aplausos dejando flotar en el aire y casi de forma premonitoria una de sus últimas estrofas…”hay tanta música”.