Catupecu Machu en Rosario: “Este show es para que viajemos”

La banda liderada por Fernando Ruiz Díaz se presentó el viernes pasado en el teatro Auditorio Fundación. Este particular formato, que dieron llamar Madera Microchip, combina la magia de los instrumentos acústicos con los hipnóticos sonidos de las máquinas para celebrar los 21 años de la banda.

“Lo que va a pasar acá entre los cuatro es alucinante”, prometió Fernando segundos antes de comenzar el show, anticipando lo que todos afirmaríamos pasada la medianoche. Acompañó su promesa de un pedido al público: apagar los celulares y evitar los flashes para que “no me corten el mambo”. El carismático vocalista definió el show como un ‘viaje’ del que esperaba que todos participen y dio por inaugurado con El grito después.

Madera Microchip permitió ver en escena a un Fer íntimo, suelto y sin pelos en la lengua que, entre canciones, recordó hazañas, anécdotas de la banda e intimidades que despertaron la curiosidad y los gritos del público; especialmente al hablar de sus ‘quilombos amorosos’ y, en particular, de una aventura con una rosarina escrachada con nombre y apellido.

El viaje continuó con Klimt…pintemos, Viaje del miedo –canción que el vocalista definiría como “flor de loto en un pantano”-, Para vestirte hoy del “gran hombrecito” Aristimuño, Cuadro dentro de cuadros y otros grandes éxitos que hicieron vibrar las butacas del auditorio. Presentó, también, una emotiva canción que compuso para su hija para luego seguir con Dialecto, Vistiendo, Grandes esperanzas, Refugio y un tema del recordado disco Dale!: Mil voces finas.

Conmovido, el líder de la banda elogió la grandeza y soberbia del Auditorio y terminó el viaje haciéndolo estallar: las butacas no lograron contener el éxtasis del público que despidió a la banda al ritmo de Magia Veneno y el aclamado Y lo que quiero es que pises sin suelo con que finalmente bajó el telón.

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