Iggy Pop en el festival BUE, o el arte de envejecer con mucho estilo

Iggy Pop desembarcó en Argentina para presentarse en el festival BUE. Varias canciones legendarias y una lluvia de espíritu rebelde de parte de la iguana, espíritu que resiste los embates del envejecimiento.

El cielo amenazando con desatar una tormenta sobre capital federal, todo el tiempo con esa sensación de la inminente caída de agua. Y donde se desato la tormenta fue sobre el escenario al aire libre en tecnopòlis.
22:15 más precisamente, el momento exacto en el que nuestros cerebros comenzaron a ser lavados con el más crudo y rudo sonido del rock. Un hombre  y, solo uno,  el responsable de salpicar de espíritu rebelde a todos los presentes. Un hombre o una iguana, o para ser más claros “la iguana”. Iggy Pop.
Para que a nadie le quede dudas de lo poderoso de su música, el set desde el principio mostro los colmillos y las garras, empezando con  i wanna be your dog,  seguido del legendario passenger  y rematando ese brutal inicio con lust for life. Tremendo comienzo de un show memorable,  y el diluvio había comenzado, como ya dijimos, solo  sobre el escenario.A ese demoledor mazazo a la nuca, le siguieron temas tan diversos como  Sixteen, 1969, Wild one y Nightclubbing,  solo para recordarnos que ese hombre chueco, descamisado y arrugado, estuvo todo el tiempo en todos lados. Punk, Post Punk, New Wave, e inclusive Heavy metal o New metal. En definitiva, 70’s, 80’s, 90’s, y contando. Con ese carisma que solo tienen algunos pocos elegidos, por dios o por el diablo,  lo mismo da; James Newell Osterberg, Jr. (Iggy Pop para los amigos) mostro todo su repertorio como encantador de serpientes o domador de fieras.  "Estoy solito y miserable. Dejen subir a algunos chicos al escenario".  Con esa demanda hacia los empleados de seguridad, el abuelito del rock, hizo subir a algunos fanáticos sobre el escenario, y aunque la situación se tornó en casi desastrosa (invasión masiva al escenario y algunos puños volando por ahí) el señor Pop mantuvo la calma y  continuo como si nada hubiese ocurrido, con esa voz que es una marca registrada.
Luego de ese leve cimbronazo que amenazo por un momento con opacar el show, el indestructible señor pop encadeno una seguidilla de lo mejor de su repertorio junto  a los Stooges: "Search and Destroy", "Down on the Street", "Loose", "Raw Power" y "No Fun"  fueron los elegidos para elevar la temperatura  y terminar un espectáculo inmejorable, crudo, sencillo, sin escenografías fastuosas, tan solo hace falta la presencia de la iguana para incendiarlo todo.  De yapa, y como un bono de fin de año adelantado, el perfecto cierre con “Candy”,  y así nos fuimos, tarareando esa melodía, y con la sensación de haber sido testigos y parte de una noche perfecta, la noche de la Iguana.

Por Juliotto Leone

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