Los parelelos sí se juntan - Capítulo I

Sábato y Platón parecen encontrarse en la primera parte de esta historia de almas paralelas, reflejos de la vida real y virtualidad.

Por Massimo - Foto: Alberto Rezia

Esta es la historia de Nelson, un holograma que cree estar viviendo una  vida normal, tranquila y de quehaceres cotidianos.

Nelson es alguien que dedica la mayor parte del tiempo libre a reproducir música en su mente, un hobby que disfruta mucho.

Pero Nelson no vive donde cree vivir.

Él no come lo que cree comer, tampoco siente el sabor de los alimentos que cree sentir. Simplemente es el reflejo de alguna otra persona real y tangible que por medio de los rayos axiales del cosmos se refleja la vida del individuo en otro lugar del espacio y uno de esos reflejos es el mismo Nelson.

Su verdadero él se encuentra a millones de años luz. No sabe que su verdadero él se llama Don Julio, una persona a su vez peculiar.

Don Julio es amante de las aceitunas en salmuera rellenas de trocitos de pimiento.

Don Julio pasaba la mayor parte del tiempo libre reproduciendo canciones en su mente, obvia cuestión de porqué a su reflejo (don Nelson) también  le agradaba el mismo pasatiempo.

Esta es la historia de Nelson, un holograma que creía estar viviendo una vida normal.

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