Espacios culturales: “Necesitamos que el Estado nos reconozca y nos fomente”

Hace unos días nos acercamos al Centro Cultural El Espiral para hablar con Ignacio Gorriz, que además de gestionar el Espiral, es uno de los voceros de Espacios Culturales Unidos de Rosario. La situación de los espacios culturales en nuestra ciudad está complicada: siguen sin ser habilitados como tales, y ya son varios los que se vieron obligados a cerrar sus puertas.

 

Mientras Salvador Trapani probaba sonido en El Espiral para lo que sería otro de sus shows de los jueves, charlamos en el patio con Nacho sobre la situación actual de los espacios culturales, sobre el Olimpo y La Chamuyera que hace poco cerraron sus puertas, sobre la ordenanza del Club Social y Cultural que sigue siendo retrasada en el Concejo Deliberante, y que podría ser la solución para que no haya más espacios que dejen de generar cultura independiente.


PLANETA: Nacho, contanos para los que no están tan informados, qué es el ECUR, y a partir de qué se forma.

IGNACIO: Bueno, el ECUR (Espacios Culturales Unidos de Rosario) empezó a reunirse hace casi cuatro años. La mayoría de los espacios estábamos habilitados distintos y teníamos por delante dinámicas parecidas. Todos centros culturales, espacios que también trabajaban de día. Nos dimos cuenta que no existíamos para el Estado a nivel legal, y estamos en esa militancia todavía. Así que nos empezamos a juntar para ver como avanzábamos en función de alguna ordenanza que haga que el Estado nos reconozca, nos fomente, nos dé una mano, y también para estar regulados como corresponde. Y ahí empezó todo un camino, fuimos al Concejo, les avisamos y nos dijeron que teníamos razón; fuimos al ejecutivo para ver si mientras tanto se generaba una ordenanza para poder caminar con tranquilidad; se logró armar un decreto de programación artística junto con Pablo Seghezzo quien en ese entonces era el director de Control y Convivencia para que los espacios que contaban con menos de 100 metros cuadrados puedan realizar números en vivo. El problema fue que ni el ejecutivo ni el Concejo hicieron algo al respecto. La ordenanza que presentamos del Club Social y Cultural, la redactamos nosotros. Pero bueno, también a la hora de juntarse uno empieza a construir puentes a nivel colectivo. Somos un colectivo muy solidario, entre nosotros nos ayudamos mucho.

PLANETA: ¿Cómo es esta cuestión de que están todos habilitados de formas diferentes?

IGNACIO: Es que cuando uno va con una memoria descriptiva para habilitar el espacio te dicen que no existe el rubro. Para dejarlo claro, no hay centros culturales habilitados como tales en Rosario. Los centros culturales estamos habilitados como empresas: como bares, bar con amenización y números en vivo, bar café, restoranes. Como lo que se pueda. Basicamente lo que se intenta en ese momento es estar habilitados para poder trabajar por derecha, para difundir con tranquilidad, pero tampoco sucede tanto eso.

PLANETA: Te quería preguntar por la ordenanza del Club Social y Cultural, que si no me equivoco hace un año y medio que la presentaron en el Concejo.

IGNACIO: La presentamos por última vez en septiembre de 2015.

PLANETA: ¿En qué se basa la ordenanza?

IGNACIO: La ordenanza habla básicamente de que para ser un espacio cultural hay que trabajar de una determinada manera, cual es la dinámica para serlo. Determinada cantidad de actividades nocturnas, de actividades diurnas, de actividades gratuitas. Da cuenta de lo que se hace en un centro cultural, trabajando en esa dinámica donde uno le está ofreciendo cosas a la comunidad, al otro, al barrio y a la ciudad, y donde uno no cobra alquileres en concepto de nada. Entonces necesitamos que el Estado nos reconozca y nos fomente.

PLANETA: Claro, ¿entonces se generaría un fondo de fomento?

IGNACIO: Se generaría un fondo de fomento que nosotros lo pensamos para infraestructura y equipamiento. Para aislar paredes, para tener los recursos que se necesitan para hacer un número en vivo. De esa manera nosotros entendemos que ganan los vecinos, gana la ciudad, ganan los artistas. Y ordena los trabajos. Ya que hoy no se sabe a quién se subsidia a quién no, porque estamos todos habilitados iguales en algunas cosas. Hoy un bar, como en este caso El Espiral, que está habilitado como bar y no como centro cultural, es lo mismo que Rock & Fellers, que Club Fellini, y en realidad son cosas distintas, y nos manejamos con dinámicas distintas.

PLANETA: O sea que esto les genera la imposibilidad de hacer ciertas actividades. Por ejemplo, ¿qué pasa si vos querés dar un taller a la tarde acá estando habilitado como bar?

IGNACIO: No se puede en realidad. Un inspector entra a la tarde acá y tiene un problema, y todos tenemos un problema. Porque acá a la tarde no hay mesas ni sillas puestas, hay actividades todo el tiempo, vienen alumnos a tomar clases de todo tipo. En este momento están dando una clase arriba en el aula magna. Pasa un inspector a un lugar habilitado como bar y se encuentra con una clase de violín, o de canto. Es una inconveniencia, te piden cosas que no corresponden. A la hora de difundir tenés problemas, porque te piden que esté autorizado para difundir. Tenés problemas si querés poner un bicicletero afuera y ordenar la acera. Es muy desgastante la política hoy para los espacios culturales.

PLANETA: Vos una vez me contabas que, dependiendo de las habilitaciones, hay algunos espacios en los que no se puede bailar.

IGNACIO: No se puede bailar en ninguno, está prohibido bailar. En Rosario se puede bailar sólo en los boliches, peñas y milongas. En los espacios culturales está prohibido. Si vos traes una banda de salsa, deberías atar la gente a las sillas. Porque si viene un inspector y ve a tres o cuatro personas bailando, pone eso en el acta: “Tergiversación de rubros” y cuentan la gente que está moviéndose o bailando, porque es bastante arbitrario. Es peligroso estar moviéndose supuestamente. La ordenanza dice eso, de hecho está dividida en bailables y no bailables. Dentro de los no bailables estamos nosotros. Nosotros creemos que limitar, prohibir así una expresión es algo imposible. Nosotros no podemos repartir sogas en la puerta si el evento da para que la gente baile.

PLANETA: Volviendo a la ordenanza del Club Social y Cultural. Después de un año y medio, ¿en qué situación está hoy?

IGNACIO: Está trabada en el Concejo la ordenanza. Es importante recordar que primero se caratuló en la comisión de Cultura, luego en la de Gobierno (esas son las dos comisiones en las que se trata). En Cultura tuvimos un dictamen favorable unánime que pasó a Gobierno, y en Gobierno lamentablemente se trabó. Hay una ordenanza además que es la actualización de la 7218, la de Espectáculos Públicos, que es la que hoy nos abarca a los que nos queremos habilitar como algo. Ahí están las pujas políticas en función de los réditos, de qué ordenanza sale antes, de porqué una no va adentro de la otra. Y nosotros estamos un poco en el medio de esas cuestiones, porque tienen que ver con réditos políticos y no tanto con el proyecto.

PLANETA: Te queríamos preguntar también por lo que pasó con el Olimpo, que tuvo una clausura y terminó cerrando. ¿Cuál es la posición del ECUR frente a lo que le pasó al Olimpo y a otros espacios?

IGNACIO: Nosotros entendemos que La Pacheta, Bienvenida Cassandra, Habitando Sensaciones, el Olimpo, La Chamuyera, y algunos más que me estoy olvidando, cierran por lo mismo. Es muy difícil sostener los lugares en este presente. La ciudad nos está tirando a hacer lo que no queremos, a ponerle energía al ver cómo uno abre mañana, y no al organizar actividades. En este caso, el Olimpo tuvo unos años de oscuridad donde no pasaba nada, y por suerte entra un delirante como Pablo, un amigo que se pone a hacer un montón de cosas. Que a mi criterio no estaba haciendo las cosas mal, sino todo lo contrario. Porque sino hubiese tenido miles de denuncias de los vecinos, y no tenía denuncias de los vecinos. Siempre era el cura de la iglesia, diciendo que no le gustaba la propuesta, que lo inundaba el ruido. Pablo intentado mediar, porque se ajusta también a la ordenanza que nosotros militamos, que es la de convivir. Él generó más de veinte instancias de mediación, de las que el cura siempre se fue a las puteadas diciendo “te voy a seguir denunciando”. Así que en este caso tuvo más poder la iglesia y el curo que el Olimpo, porque la clausura fue bastante ridícula. Le avisaron a Pablo de golpe que estaba clausurado y él ni sabía por qué. Un miércoles a la tarde mientras que un par de horas después en un boliche mataban a dos pibes. A vos te inspeccionan en un espacio como ese, como este, como un espacio cultural, y siempre al otro día hay un trámite, una multa o una sanción. Entonces una clausura a Pablo lo termina de liquidar. 25 días cerrado. Nosotros pensábamos en la gente que trabajaba, Martita en la cocina, los mozos, los trabajadores de estos espacios, que no nos olvidemos que le dan laburo a la gente.

PLANETA: ¿Ustedes que creen que esto que le pasó a varios espacios es sistemático? ¿O creen que son casos aislados?

IGNACIO: Mirá, uno puede tener mil hipótesis de porqué pasan las cosas. Yo me agarro de que las cosas pasan. Los lugares cierran, seguimos sin ser reconocidos. Entendemos que el Estado está en deuda con los espacios culturales de Rosario al no generarles un rubro. Nosotros tuvimos que escribir la ordenanza, en coautoría con otros bloques políticos que acompañan. Nosotros somos plurales, apartidarios y entendemos que hoy poner un centro cultural en la ciudad es un problema. Es mucho más fácil poner un bar o un boliche. Pero un centro cultural en donde uno trabaja de día en formatos que tienen que ver con lo educativo. Esto de que los pibes que están en la calle es preferible que estén acá adentro estudiando. Para ligarlo con el Olimpo, un espacio que albergaba muchos jóvenes, que preferían no ir a un boliche sino que tenían otras inquietudes. Ahora no está más ni La Chamuyera ni el Olimpo que estaban en dos cuadras albergando a todo este joven público que se ha quedado sin espacios. No solamente artistas sino también público, que se ha quedado sin espacios en donde pasarla bien, y rascarse un poquito el alma.

PLANETA: Pronto va a haber un cambio en el Concejo, por las elecciones de los próximos meses. ¿Qué pasaría si la ordenanza no termina de pasar antes de estos meses?

IGNACIO: La verdad es que no lo sabemos. Sí te puedo decir que la fe está intacta, que nosotros vamos a seguir militándolo, y vamos a seguir hablando con los concejales en la medida de lo posible para que esto avance y seguir moviéndolo para que esto de una vez salga, y tengamos centros culturales en Rosario de la forma que corresponde.

PLANETA: ¿Encuentran alguna similitud entre lo que está pasando con la clausura de ciertos espacios culturales acá en Rosario y con lo que pasa en otras ciudades?

IGNACIO: Nosotros a la hora de escribir la ordenanza nos agarramos mucho de la ley MECA y la aggiornamos a Rosario. Tenemos noticias de los compañeros en Buenos Aires que la ven muy complicada. Hay una cosa que ellos también la ven un tanto persecutoria y están cerrando muchos espacios culturales allá. Es algo similar a lo que ocurre acá en Rosario, las luchas son parecidas. En Córdoba también tenemos algunos compañeros organizadores de eventos que no están diciendo que la cosa no está fácil. Porque además la coyuntura no está fácil. Ya era complicado antes de todas estas malas noticias de los últimos dos años, imaginate ahora con los tarifazos y todo lo que está pasando. Lo más importante es que la fe está intacta, la lucha sigue adelante, pero la realidad también nos marca un camino de remada en dulce de leche.

PLANETA: Por suerte, lo que nosotros vemos desde Planeta Cabezón, es que hay un público cada vez más grande que se acerca a estos espacios, que se apropia de estos espacios.

IGNACIO: También cuando empiezan a pasar este tipo de realidades la gente necesita de un partidito de fútbol, de una guitarra, de encontrarse con el otro, de generar estas rascadas de alma para poder caminar en estas historias que hoy no son muy felices.

 

Cámara: Mariano Ferrari
Texto y entrevista: Gonzalo Luján

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