Va llegando el verano a la región del Litoral, los seres abandonan sus cuevas para acercarse al calor de la comunidad, al calor de la cultura. Los animales vuelven a poblar los bosques, los humedales, se genera comunión. Fogatas reunen a los seres en las noches, las costas de los ríos se llenan de locas y locos con ganas de refrescar sus mentes. Todo esta comunión colabora a que el arte aflore, brote de los poros de cuerpos que se rozan, que se vuelven una sola masa uniforme. La música ingresa por los oídos de los seres, que se transforman con todo este ritual, y ya no vuelven a ser los mismos.

El 8 y 9 diciembre es la oportunidad de que todo esto suceda, cuando todos los cuerpos, más de 16 bandas y artistas de las disciplinas más diversas se reúnan en el camping de Parque Sarmiento, a la vera del Río Carcarañá. Una oportunidad para romper con la rutina, para salir de las calles que todos los días caminamos, e internarnos en el bosque de esta ciudad litoraleña a mamar arte, a vivir el ritual y a iluminarnos por el fuego.

La música es el tercer elemento que , sumado al ritual que practicamos y al fuego que nos reúne, forma el tríangulo de la evolución. De la re-evolución, mejor.

Consagradas bandas y proyectos frescos de la escena del under local rosarino se sumaron a la grilla este año: Cepillo, Cromattista, Río Chino, la Groovin Bohemia, Aleph Fitzca Camadour, Lima Sur, Los Cuentos de la Buena Pipa, Automatón y Jellyhead. Psicotropía es, tal vez, el festival más importante que aglomera a todo el creciente under rosarino.

Pero Psicotropía no es sólo la gran reunión del under de Rosario. También es la oportunidad de ver a bandas de otras ciudades. Desde la ciudad de Buenos Aires, aterrizan en el Parque Sarmiento Mambo Gratis, Pampa Trash, Elefante Guerrero Psíquico Ancestral, Translúcido, La Negra Nieves y Hungría; y desde Córdoba llega la visita de Sur Oculto.

Algunas bandas ya han encendido el escenario del anfiteatro del Parque Sarmiento, en las ediciones anteriores. Pero hay varios artistas debutantes en el festival, que vienen a renovar la grilla, como Lima Sur, que trae toda la potencia de su rap y su funk, otros proyectos locales como Aleph Fitzca Camadour, Cromattista y Automatón y las flamantes visitas de Mambo Gratis, Sur Oculto y Translúcido.

Todo eso estará sucediendo en el escenario principal, en el anfiteatro del Parque Sarmiento, pero el predio es mucho más grande, y van a pasar muchas cosas más. Internados en el bosque habrá otras presentaciones, como las de Bu, Mauro Atardecer y Clásica Mentira. Perfomances teatrales, intervenciones, feria de artesanos y de sellos discográficos independientes.

Psicotropía va tomando, con el paso de los años, la importancia de ser el festival que unifica a todo un ecléctico movimiento que no para de crecer, que es el de la cultura del under de Rosario. Y es más que un festival que rompe con lo clásico de los festivales de rock: es un espacio de comunión. La invitación no es sólo a escuchar a un par de bandas geniales. La invitación es a convivir durante dos días con personas que buscan y crean cultura disidente. Es de vital importancia para el movimiento artístico que haya un espacio en el que se junten todos los que aportan a una misma causa. Que se crucen todas esas energías, que se fusionen, sin escrúpulos. 

Psicotropía es un espacio para abrir de par en par las puertas de la percepción, para aprender a escuchar y hacer cosas nuevas, para conocer a personas que busquen transformar lo establecido. Aprovechemos estos espacios no sólo pasivamente, recibiendo todo el arte y la cultura que nuestros sentidos puedan captar, sino también activamente, siendo parte de lo que hace que todo gire. Aprovechemos este espacio para empezar a unirnos como un gran grupo de seres humanos que busca el bienestar, la felicidad y el placer de todos; un grupo de seres humanos que rompa con lo impuesto para crear una mejor realidad para todos, y hacerle frente a esa fuerza que nos quiere exprimir todo lo bueno que tenemos para dar, con las herramientes del arte, la comunión y el amor. 

Aprovechemos esta evolución, para una revolución.

Texto: Gonzalo Luján

Foto: Mariano Armanini