“Tu amor abrió una herida  
Porque todo lo que te hace bien  
Siempre te hace mal  
Tu amor cambió mi vida como un rayo  
Para siempre, para lo que fue y será”  

Tumbas de Gloria, Fito Paez.  

Una historia que desborda poesía, con palabras e imágenes; sin un orden cronológico y sueños y conjeturas que se meten en la “realidad”, como si la misma fuera algo totalmente separado de lo que sentimos. Dos amantes en esa turbulenta ciudad, víctima de ataques terroristas y la antesala de los chalecos amarrillos.  

   Ellos son Anna y Greg, ambos jóvenes estudiantes. Greg, con su trabajo y sus proyectos tiene planeada gran parte de su vida; Anna es más bien su contrario, se sorprende de lo “común” que es Greg, con su trabajo y sus ambiciones. A ella, a su manera desganada, todo le parece escrito, como que no habrá nada que cambie sus vidas. Un libro escrito que nadie lee. Pero los imponderables, líneas de fuga de la cotidianeidad, se le hará presente en esa París sitiada por ejércitos de policías antidisturbios. 

   Imágenes oníricas y voces que ya no están. Sí están en su mente, pero ya no ese sonido físico que rompía al silencio cuando él le hablaba a su oído. ¿Qué hubiera sido de nuestras vidas si...? Es que, como dice un personaje de García Márquez en “Memoria de mis putas tristes”, la fuerza invencible que mueve al mundo no son los amores felices, sino los contrariados. Hay montañas de desamorados, heridos, que hacen mover al mundo.  

Ficha técnica:  

Título original: Paris est à nous 

Dirección: Elisabeth Vogler 

Elenco: Noémie Schmidt, Grégoire Isvarine, Marie Mottet, 

Duración: 83 min. 

Nota: 3/5 (Buena).