Ñero llegó a Rosario y fue un volcán de rimas

En una gira por Mar del plata, Rosario y Córdoba, Ñero se presentó en el C.C Güemes para darle espacio a los míticos raperos Kelo, Saje, Urbanse acompañados por la música de Veeyam.

El pasado sábado, al caminar por Rosario a la tarde, se respiraban las ganas de baile, de encuentro. Era una noche que recordaba a las baldosas calientes de las primaveras pre pandemia. El Centro Cultural Güemes como también varios otros lugares de la ciudad, tenían una noche de doble función, a puras mesas repletas en lugares que, de a poco, van pudiendo abrir las puertas luego del año más difícil del último tiempo para la cultura rosarina. 

Eran las 18.30 hs y la gente ya estaba firme esperando el ingreso, se chusmeaba en las rondas de la calle las ansias de escuchar por primera vez en vivo a Kamada (Kelo y Saje),  y otros revivían las emociones del último show de Urbanse en Rosario en enero de este año. Pero si algo es seguro, es que la manija avanzaba sobre el pasar de los minutos. 

Apenas ingresamos, durante la espera, nos sorprendió ver que había armado sobre el escenario una banda. Bajo, batería y dos guitarras eran los instrumentos que iban a armonizar esa noche. 

Ñero es una nueva banda que junta a estos sujetos que tienen una amplia trayectoria en el mundo del rap, para crear un contenido único y distintivo en la escena cultural argentina. La combinación de dos duplas diferentes que se sintetizan en perfecta conjunción, Urbanse con Veeyam y Kelo con Saje, sumados a esos compañeros músicos que armararon del Güemes un templo del sonido con sus instrumentos.

El show de los Ñeros fue variado, primero estuvieron Urbanse con Veeyam y la banda, para luego darle el espacio a los Kamada y por último tocar todos juntos y cerrar el show lo más alto posible.

Sonaba el primer tema de Urbanse y ya estaban todas las mesas del show con los brazos arriba, y no era para menos porque comenzaron la lista tocando temas del disco Desenchufados, amasado por Veeyam y Urbanse. El bombo de Julio Sobol hacía sonar y mantener las cabezas de cada uno de los espectadores a tiempo, con esa vibración que retumba y alegra el pecho de cada show en vivo. Toda la banda vestida de negro y Urbanse de remera blanca rapeando “Toco el cielo, voy y vuelvo”   nos hacía dar cuenta de que era real la sensación de “viaje” que se sentía en el aire.

En un momento, se apagaron las luces y quedaron solo prendidas las rojas. Urbanse le contó al público que iba a tocar un tema llamado “Buska”, que era dedicado para todos y todas les laburantes: “Nunca quieto siempre en una, soy otro busca - Ya habrá tiempo en esa tumba” decían las barras que transmitían un mensaje de vida o muerte, de mejor vivir buscando, hasta encontrarte con la guitarra de Veeyam que terminó el tema con un solo que se merecio todos los aplausos. 

Pero eso no era todo, el público se encendió al escuchar que Brapis estaba efectivamente arriba del escenario para aportar su lluvia de barras sobre el Güemes. “Miles de formas para ser eterno” decía Brapo con su tinte único para que sobre el final del tema, se escucharan esos gritos de aprecio y aplausos para Caliope Family, banda rosarina que tanto material rico nos dio y sigue brindando para disfrutar.  

Urbanse es un artista claro, con una voz que te hace sentir a gusto, un sonido que al instante de escucharlo te resulta conocido, con un mensaje claro y contundente pero que sentís que va de corazón. Además de su volcán de rimas, fueron varias las acotaciones entre tema y tema, pero se ganó nuestro cariño cuando dijo que era un sueño cumplido poder tocar con banda por primera vez y estar haciendo su gira. Con toda esa emoción explotada sobre su intervención, de pronto, tomándonos por sorpresa, el show terminó y había que aguantar con todo ese fuego prendido a que venga Kamada al escenario.
 
Intentar explicar desde un punto lógico lo que se vivió desde el primer tema de Kamada, sería absurdo. Imaginen dos amigos que suben contenido de rap desde el 2013 y se les nota en una primera mirada, que les apasiona lo que hacen. Su fluidez y conexión fue perfecta. Juntos, daban la sensación de un rompecabezas que se arma solo. Estilos diferentes pero ambos claros que se juntaron para hacer lo que mejor saben hacer, fluir con su música. Kelo con su timbre único en este mundo, Saje contundente y claro con su mensaje, y ambos con sus métricas especiales, eran aún más de lo que la gente podía imaginar. 

Tocando temas de todos sus discos, estos maníacos de las palabras son la mejor compañía para escuchar rap. Si algo hay que destacar de su performance es que los temas estaban enlazados entre sí y antes de terminar un tema, ya se  estaba cambiando la pista para que siguieran. No frenaron nunca, no dejaban respiro de la manija que cargaba esa crew que nunca amaga y siempre sorprende.  

Cuando ya nos sentíamos extasiades por todo lo que había pasado, les espectadores sabíamos que faltaba FRAWA, el primer tema que habían largado tan solo dos días antes del show, que fue el que dio comienzo a la banda Ñero. Por ello, no fue una sorpresa que volvieran los músicos y Urbanse a hacer un final de velada completamente épico. Para este momento de la noche todo se descontroló porque no solo tocaron este tema, sino que también tocaron algunos temas del disco Leal, que con banda fue una completa locura.

Los instrumentos al máximo, la gente estallada cantando, y un cierre que no podía pedir más que aplausos y un cantito de “Ñero”. Nada es azar acá,  “Somos los pibes reunidos bajo un mismo fuego y una misma determinación, se unen los poderes y sale una energía tan fuerte que sigo hoy impactado por ella”  decia Urbanse en sus redes y tiene razón. Sin lugar a dudas son unos gigantes del rap que hacen sangrar hasta la paz y llevan al público a un clímax que va más allá del bien y el mal. 


Texto: Luxxa Roldan
Fotos: Nahuel Giménez

Compartir

Comentarios