UNA PELUCHE PODEROSA

A puro sugar y gozadera se vivió el show de Nathy Peluso el dia martes en Metropolitano Rosario.

 

El día martes le dimos pausa a nuestras rutinas para darle play a la llegada de Calambre Tour en el Metropolitano después del show viceral que vimos en el Quilmes Rock. Si buscamos en google presencia escénica probablemente aparezca una foto de Nathy Peluso, que decirles.

Una voz conocida se percibe mientras nos acercamos al escenario: Mamita Peyote nos recibe con una previa musical cálida para calentar cuerpos y gargantas.

Con un show puntual, la oscuridad nos revela lo que está a punto de estallar.

Después de una poderosa intro, suena una increíble versión de Celebré, primer track del disco Calambre, para comenzar la noche peluche. 

Se enciende un poco más con Sana sana, en su versión hip hip hoppa y sube a lo alto de la pasarela desplegando la versión nostálgica de Buenos Aires

Nathy fluye de manera tan natural entre géneros que no produce ningún tipo de ruido, junto a su banda diligente del goce superpoderoso. 

Así fueron sucediendo todos los hitazos producidos al otro lado del charco y que tanto anhelábamos gozar en vivo, como Ateo y Mafiosa.

Cuando creemos estar en la crema de la crema, una disrupción sideral nos envuelve entre juego de luces y pantallas con cámaras en primer plano, dándole un toque futurista y dejando claro que se puede ser una Nasty Girl y una Business Woman al mismo tiempo.

De pronto suenan las sirenas y llega una emergencia, evidenciando la euforia de un público cebado que acompaña el pogo al ritmo de "he guerreado, juro que para ganar los dedos he cruzado", su último videoclip producido para Playstation.

En un atmósfera sin frenos nos quebramos en el momento que suena Corashe, uno de sus primeros hitazos.

El broche final llegó con el homenaje a Camilo Sesto y su interpretación Vivir así es morir de amor que nos dejó entonando la canción y desbordado el corazón porque te hicimos caso Nathy con tu frase final: La música siempre nos acompaña.

Crónica: Amanita Roja

Fotos: Juan Lavarello

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