Paradero: Tras los pasos inciertos del corazón.

Simonel Piancatelli presenta una obra que logra desempañar el cristal íntimo de una historia de amor.

Por Juan Pablo Funes

En la limpieza de la vida triste

puedo ganar el nido de tus brazos

puedo mirarte y ser mirado apenas

con las misiones que encomienda el alma.

(Párrafo del poema “Vida Triste” de Mario Benedetti)


En el centro del escenario se encuentra un banco hexagonal que, desde lo psicológico a lo esotérico (la forma), se resignifica como símbolo de la armonía, equilibrio, conexión o la complementariedad de las polaridades. Sobre él, pende un reloj que indica, aunque parezca redundante, el vínculo con el tiempo y el espacio: el valor del tiempo y la promesa de un futuro. 

La trama nos sumerge en el encuentro entre Carmen (Macu Mascia) y Paloma (Agustina Guirado), donde esta última descubre la forma de un amor inexplorado al que se entrega en toda su dimensión. Y a pesar de una sutil distancia en las edades que muestran algunas diferencias, éstas se vuelven insignificantes ante la convergencia de sus caminos. Sin pasar por alto también, el inevitable equipaje de sus "procedencias". 

La narrativa se despliega a lo largo de una década, utilizando saltos temporales y las estaciones del año para ilustrar el devenir de esta pareja. La obra explora como en su andar, los personajes se despojan de lo que deben apartar y visibilizan lo que necesitan mostrar. Lejos de la obviedad, "Paradero" logra poner en escena la luminosidad del amor trascendiendo las pasiones, los dramas y las complejidades, para revelar el sencillo y profundo calor que las une. 

Destacando la labor actoral bajo la meticulosa dirección de Piancatelli y la asistencia de Sabrina Marinozzi, los personajes, notablemente elaborados desde la dramaturgia, se destacan sobre el escenario de manera conmovedora circulando entre transiciones y vaivenes emocionales, donde el arco de sus figuras crece a lo largo de la trama.  

Esta obra también marcó el regreso de  Agustina Guirado al teatro, tras años de actividad en medios audiovisuales, trayendo consigo un dinamismo que se adaptó ágilmente al escenario y consiguiendo una sincronicidad fluida con la experimentada Macu Mascia. 

"Paradero" explora el vértigo de la fragilidad de los lugares que pueden desvanecerse o perdurar más allá de una situación de a dos: la voluntad y la trascendencia, lo  imborrable que dos personas pueden lograr juntas. Lo que se vincula con la experiencia, donde se está o donde se llega, o el sentido último de las cosas. 

Esta obra, con elementos primordiales, se construye y muestra con naturalidad los lugares donde el desamparo se equilibra con la huella de luz que tiene todo gran amor.  

 

La última función de esta temporada será este viernes 27, a las 21 horas en la Orilla Infinita (Colón 2148). 

Entradas anticipadas: https://laorillainfinita.com.ar/productos/paradero/

Ficha Técnica:

Dramaturgia y dirección: Simonel Piancatelli

Asistencia de dirección: Sabrina Marinozzi

Actúan: Agustina Guirado y Macu Mascía

Realización de escenografía: Claudio Piancatelli, Silvia De Grande, Lucas Comparetto.

Maquillaje: Úrsula Díaz. 

Diseño de luces: Sabrina Marinozzi.

Operador de luces: Niche Almeyda. 

Diseño y operación de sonido: Simonel Piancatelli.

Arte y Comunicacion: PIKA, COMUNICACIÓN CULTURAL - @pika.comunicacion

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