Romper el cráneo congelado

El viernes en el Galpón de la Música se presentó ROMPE, nuevo sello rosarino de gestión colectiva con sus seis bandas en vivo. chupala frío.

Y pintó finde para cagarse de frío. Se, no da hablar del clima. Pero posta que hizo frío. Y te lo cuento porque estoy acá, esperando al puto 35/9 NEGRA -que es la gloria porque la ROJA hace una vuelta al pedo que no necesito y se me hace eterno el viaje de vuelta (aunque no quiero hablar de eternidad. Es demasiado, demasiado para hoy) con la cara y cabeza quemada, así que mañana me llevo gorro, uno así medio de la época del 1900 de estética británica con lazo negro, y no puedo pensar en algo más que no sea negro porque quiero que venga el cole ya- saliendo de laburar 9 horas con esa sensación de que cada vértebra estuvo al menos 37 minutos en el freezer y si no  bailo o hago algo brusco con mi cuerpo creo que puedo perder movilidad de verdad. Pero de verdad. Igualmente, eso no impidió que el viernes a eso de las 22 horas la pibada se amuche en el galpón 11, ahora llamado “Galpón de la Música” ahí bajando al río por la calle Paseo de las Artes para ver las seis bandas en vivo en la presentación de un nuevo sello de la ciudad de Rosario: Rompe. Y el wiski ayudó a que yo también esté ahí.

Hace varios años que vemos el gran auge de sellos discográficos independientes sumarse e ir apareciendo. Ya sea por amistad, género, ideales o necesidad, siempre el amor está ahí y las tecnologías ayudan bocha. Así es que se suma otro en la ciudad llamado Rompe, que se definen como: "Música contemporánea del sur de Santa Fe”, con bandas eclécticas entre sí y bastante presencia de teclados (a excepción de dos bandas).

LA NOCHE

Se me hizo tarde, obvio, pero llego al galpón. Hay un pibe de unos treinta años en la entrada con una remera blanca, anteojos y rulos brillosos junto a una mesa pequeña. En ella cobra y corta los tickets de entrada y a la vez otorga uno con dos recuadros que significa la cantidad de alcohol que consumirás en la noche, o algo así. Papel que perderé más adelante –y no será intencional-.

Me apresuro porque algo suena y son ‘Los Cuentos de la Buena Pipa’ que después de un tema bajarán del escenario mientras uno de los integrantes hace sonar su instrumento casi improvisadamente hasta que la próxima banda ya esté lista y es ‘Lora Porro’ que hace un tema –me quedo manija- y se baja; y así sucesivamente hasta que pasen las seis bandas del sello. ‘Aguaviva’, ‘Cepillo’, ‘COLONIkOCOLOkIO’ y ‘El Egotismo de Nildo’ son las que faltan. Luego de su primera pasada, vuelven al escenario pero ya se quedan más de un tema arriba.

Cerca de la consola y mirando al escenario,  se extiende una feria de discos con otros sellos de la ciudad como Júbilo, Polvo Bureau, Discos del Saladillo con discos físicos, calcos y remeras, y la radio online Planeta Cabezón transmitiendo en vivo y para el mundo toda la movida. 

Con muchas camperas, la gente llegó, tomó birras, bailó más cerca del final y agitó a las bandas. Una noche de música que ayudó a romper unos cráneos congelados y reír, por lo menos en mi ronda, porque acá nos conocemos todos –con lo bueno y malo de eso-.

La última banda agradece la presencia, el agite y se despide. Queda una especie de polvo levitando entre las personas que las luces revelan, una mezcla de flores, cigarrillos y restos de humo que proviene del escenario. Miro el reloj. Son casi la 1:30 am ya del día sábado. Recuerdo que en unas horitas otros dos 35/9 me esperan. Pero hoy me llevo el gorro con lazo negro. Y mucha música encima. 

Texto: Analí (ana_limonada)
Fotos: Julieta (juamarilla)

Las Voces del Telón

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