Cuando me hice esta pregunta ya era tarde

Recuerdo un día hace unos 8 años cuando nos juntamos con la Boya en su casa para reorganizar las primeras ideas de planeta. En esa época él vivía en el mismo lugar donde estaba Planeta Cabezón, Mendoza 1313.

1313 esconde, ahora que recuerdo, dos pequeñas anécdotas rápidas de contar, primero que a Juanse (ahora más conocido como el Chavi) lo perseguía el número 13 por todos lados. Por ejemplo en cosas como patentes de autos, alturas de calles, horarios de cosas ¡por eso no podíamos creer que nos mudábamos a una casa con esa nomenclatura!

El otro significado del número lo aprendimos en el país hermano de Chile donde usan 1313 para coquetear o algo parecido. ¡qué casualidad!

La cuestión  es que ese día alguien tenía ganas de pelo limpio y salimos junto a la Boya a comprar unos shampos de cinco pesos y de regreso por calle Entre Ríos nos encontramos con el Javi, más conocido como el Dios Punk. ¡Qué lindo personaje!

Al Javi lo conocíamos porque con Juanse teníamos en esa época StudioStarr y varias veces le diseñamos el  fanzine que el artista callejero repartía en la vía pública. Nos saludamos y bien a lo encontronazo barrial nos pregunta en que andábamos.  Como dije anteriormente  ese día  estábamos planeando que íbamos a hacer con el colectivo planetoide entonces levantamos el pecho y respondimos que andábamos en un proyecto nuevo que se iba a llamar Planeta Cabezón.

Ahhh buenísimo dijo- y continua- ¿de qué se trata? Es raro pero nunca nos habíamos preguntado eso. Era tanta la fuerza que nos llevaba a crear un multiespacio para mostris que, como dicen los Sex Pistols en Anarchy in the U.K. “Don't know what I want, But I know how to get it”

Aún no me considero con la capacidad para describir la vergüenza pero ¡La cara que pusimos cuando no supimos responder! Fue como si un baldazo del tamaño de Manhattan (vieron que en Hollywood siempre pasa todo en NY) nos cayera del quinto piso.

Por eso cuando me hice esta pregunta ya era tarde.

El proyecto no fue serio por mucho tiempo. Recuerdo también que íbamos a la terraza de Juanqui a hacer las primeras transmisiones radiales con voz de rata (noche de tendederos), ya para esa época teníamos identidad visual y hacíamos flyers pero básicamente el programa se trataba de nada. Muy fugazmente recuerdo a Fede Borletto con su notebook preguntando a los amigos de Facebook si del otro lado se escuchaba bien o ¿qué onda?.

Así estuvimos un par de  meses boludeando hasta que la Boya y el Pocho deciden viajar sin fecha de regreso por Latinoamérica y fue allí cuando el programa, Planeta Cabezón, tomó rumbo. Salíamos al aire todos los domingos a las 22hs por Listen2myRadio (un servidor gratuito) desde la casa de Fede y Boli en Moreno y Rueda. En esa época nos bastaba una notebook y un micrófono Genius para hacer la magia. En el living de la casa.

Todo tenía mucha fuerza, mucho empuje y de a poco la gente se sumaba y encontraba divertidas ó reales las reuniones donde abundaban el vino y la soda (me vuelan la mente). Todo parecía ser una obra de teatro pero, aún, sin público.

Siempre fuimos muy colgados, desde el inicio. De hecho como éramos de flasheros que ¡después de un año y medio nos dimos cuenta que el programa usaba el nombre incorrecto! La verdad era que Planeta Cabezón debía ser una especie de productora o marca que contenía todas nuestras ideas y Akaros Telepáticos (el nombre que debíamos haber usado desde un principio)  era un programa dentro de él, en conclusión aun no sabíamos bien que éramos.

Por eso cuando me hice esta pregunta ya era tarde.

Con el tiempo las cosas fueron tomando forma hasta hoy en día, por suerte muchas cosas para bien como por ejemplo la vez que SanMa se unió al grupo. Siempre fue nuestro aire fresco, algo que en esa época nos hacía falta. Santiago era más organizado y rápidamente se convirtió en esencial, fue la cuarta pata de la mesa y como nosotros éramos un desastre con eso cogimos confianza y encaramos el proyecto con mayor seriedad. Sentíamos que habíamos armado un grupo.

(con SanMa tenemos en común otra historia paralela a Planeta de años anteriores pero mejor lo cuento en otro momento).

El otro día veía uno de estos videos de Facebook (que fritura ¿cuántos videos pasan diariamente por nuestros muros? ¿Cuánta información consumimos día a día?) Donde hablaban de los Mileneals. La nueva generación de jóvenes que aparentemente va a cambiar el rumbo del mundo por tener características únicas y nunca antes vistas en otra especie. Los Mileneals revolucionarán todo porque son vagos, aburridos, viciosos, hedonistas o sea un embole, mal. Pero nacieron dominando muchas tecnologías, más que nada comunicacionales.

Definitivamente no pertenezco allí y no porque no tenga alguna de esas características (desde ese lado creo que los Latinos estamos unos años adelantados) más bien lo digo porque ya tengo una edad avanzada para ser Mileneals. Voy por mi versión 3.5.

Igual hago uso de la tecnología diariamente, trabajo con ella, conozco los secretos de muchos softwares y a veces creo que soy uno de ellos pero no. Somos una generación híbrida, una versión más moderna que la X pero viejos para ser Mileneals. Tenemos Facebook pero leemos libros. Usamos Whatsapp pero tocamos él timbre. Disfrutamos de la música, somos románticos, nos involucramos con las artes, hacemos proyectos (que después abandonamos), somos buenos amigos y apestamos a ¿cultura? Compartimos, opinamos, nos enojamos, buscamos. No nos gusta la violencia y a veces confiamos demasiado en el otro. Como si pudiéramos vivir en comunidad.

¡Una vez se hicieron 75 copias de llaves y se repartieron entre todos los que hacían un programa! Con la idea de que nadie se levante de la silla a tener que abrir la puerta, era mucho desgaste.

Creo que la diferencia está en que nacimos sin tecnología, somos la última generación que palpó las fotografías (y no vale decir que ahora hay pantallas touch), fuimos los últimos que jugamos en la calle, que jugó al carnaval y no sé cuántas otras pendejadas lindas más.

Además vivimos en un mundo sin ejemplos, sin héroes ni guias o en la decadencia de ellos y desafortunadamente sabemos que vamos ver morir a todos nuestros músicos favoritos. Estamos en una época donde el aire huele a que ya se inventó todo.

Por eso cuando me hice esta pregunta ya era tarde.

Definitivamente no tengo lagrimas para derrochar pero después de tantas anécdotas me doy cuenta que un pequeño grupo no pudo definir un objetivo claro pero siempre estuvimos en el  camino hasta que paso lo que tenía que pasar.

Quizás es la costumbre o la forma en la que nos criaron como seres consumidores pero esos líderes que hoy no existen parecen reflejarse en la sumatoria de nuestras voces. En los grupos. Recuerdo que Johnny Ramone decía que la gente se identificaba más con las bandas que con solistas” y comparaba así el éxito de Elvis con los Beatles.

Definitivamente los proyectos colectivos nos sirven de guía, nos contienen y todos los que formamos parte a veces sin querer, le damos la forma que necesita. Quizás sea que estamos muy influenciados por nuestras identidades virtuales del cara de libro pero recién cuando se involucraron voces, cuando se diversificaron las participaciones e invitamos con total desinterés y sin ganas de tener dueños me di cuenta que a veces no hace falta preguntar más bien hacer, porque para hacer nunca es tarde.

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