El pánico moral llegó a las calles

En los últimos días, diferentes iglesias evangélicas y católicas han desplegado una serie de acciones para boicotear la Ley de Educación Sexual Integral (ESI Ley 26.150), dejando en claro que el pánico moral llegó a las calles.

Las paredes de Rosario –ciudad progresista- amanecieron empapeladas de afiches celestes y rosas firmadas por “El consejo de pastores de Rosario”, “Comunidad redentor” y “Rosario te quiero PROVIDA”, bajo el lema “Con mis hijos no te metas, si a la educación sexual, no a la ideología de género”.

Y ésta marica moría de ganas de pelar el aerosol y los brillos frente a tanta contaminación visual, binaria y heteropatriarcal. Pero esto no es nuevo, durante los últimos años los movimientos antiderechos se han expamdido a lo largo de toda nuestra América Latina – principalmente en Brasil, Perú, Chile y México – repudiando el matrimonio igualitario, la adopción infantil, la educación sexual e incluso el reconocimiento de la identidad de género y Proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE).

Según la ex guerrillera y militante de izquierda Amparo Medina (me rio fuerte) o para el propio Agustín Laje, la ideología de género es “un conjunto de ideas anticientíficas que con propósitos políticos autoritarios desarraigan a la humanidad de su naturaleza y la explican monopólicamente por la cultura”. Es por esto que los grupos conservadores y religiosos vienen presionando para que la ley no salga y las escuelas no puedan comenzar a brindar;

Contenidos transversales, que incluyen no solo saberes de las ciencias biológicas relacionados con el cuidado del cuerpo y la salud. Abarcando aspectos de construcción de ciudadanía; lenguaje inclusivo no sexista que rechaza el binarismo de género; promoción y protección de los derechos de las mujeres contra toda forma de violencia; enseña sobre la diversidad entendida como una construcción socio cultural e histórica; reflexiona sobre las distintas formas de familias. Incluyendo aspectos psicológicos del ser humano, éticos y afectivos; pero con una mirada crítica sobre algunos preconceptos o tabúes. Respetando las distintas cosmovisiones a través del diálogo constructivo y racional. Y promoviendo dentro de las aulas, junto con la comunidad educativa y las familias prácticas justas, equitativas e inclusivas.

¿Qué piensan les pibxs?

Camila (16) cursa 4to año de la Escuela de Bellas Artes “Lola Mora” (CABA), y me tiró la posta de una “Es necesaria la implementación de la ESI porque es un derecho, no se puede evitar la realidad porque todas las instituciones educativas necesitan de esta ley”.

No es casualidad que frente a ésta nueva etapa neoliberal les pibes sean les protagonistas, no es casualidad que las calles estén rebalsadas de pañuelos verdes exigiéndole de manera urgente a este sistema político que se adapte a estos tiempos, porque si algo sobra en esta batalla cultural, es organización, calle y lucha.

“En mi colegio nos dieron dos fechas a principio de año donde nos iban a dar el taller de ESI, pero no lo dan especialistas en el tema, son los mismos profesores de otras materias que se organizan entre ellos y no tienen tanta información al respecto” dijo Cami haciendo referencia a la poca relevancia que se le dan a los talleres de ESI en los colegios, y agregó “los profesores no saben contestar todas mis preguntas, y con dos talleres al año mucho no se puede hablar”.

Mariana (15) me dijo que en el colegio dan talleres de Educación Sexual, pero que están direccionados a heterosexuales, hablan de métodos anticonceptivos, cuidado del cuerpo y la salud excluyendo la diversidad en los encuentros sexuales.

“Me daba mucha vergüenza preguntar en clases como se cuidaban dos mujeres cuando tenían sexo”.

El Estado debe garantizar la ESI, simplemente porque es un DERECHO.

Que la moral y los valores religiosos ardan o al menos que se queden en casa, les pibes no son propiedad de los padres, subestimarles es seguir alimentando al monstruito llamado “patriarcado” que también oprime y violenta a les pibes.

 

Texto: Juan Pablo Di Lenarda Pierini

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