Desde la ternura y para afrontar el año.
El Mundo Al Revés - Juan Manavella.
Otro éxito que empieza y termina los primeros días de enero, en El Bolsón y la Comarca Andina. Ya son 11 las ediciones del festi que reúne a todas las disidencias en esta ciudad para compartir, sentir, reflexionar y darse fuerzas unes a otres para volver a sus espacios con estrategias y la energía llena, de cara a todo el año por delante. Y como nos dijo Susy Shock, Madrina del festi: “Nunca se empieza el año mal, cuando lo empezás en el Bolsón. Porque hay algo que llevás. No lo empezás vacía. Vos sabes que pertenecés a una tribu”. Y agregó que “aparte de la garra, la pasión, la alegría, el activismo, la militancia, hay una ternura que ha sobrevolado en todo este encuentro, estamos hartos y hartas de que no sea también desde la ternura, desde la amorocidad nuestros vínculos”.
El evento, que duró 4 días, se inició con la 2º Cumbre Trans/trava y no binarie, que fue más concurrente que la primera y que probablemente sea un patrón que se repita el año que viene. Azul Etchegaray, integrante del colectivo Transmutante del Bolsón que coordinó un poco la cumbre, expresó su alegría por la participación y remarcó la presencia de muchas identidades no binarias. Por otro lado, se habló mucho de “cuestiones que tienen que ver con privilegios entre las disidencias” y “cómo se cuela el patriarcado hacia adentro de las disidencias”.
También en la cumbre hubo lugar para parar la pelota y atender circunstancias que, por la urgencia de otros problemas, como los constantes travesticidios, quedan a veces en segundo plano. Se pusieron en discusión las cosas que giran en torno a esas urgencias, las “sutilezas súper interesantes que suceden alrededor”, aclaró Susy. Y citando la teoría de su compañera, Marlene Waymar, mencionó que “la humanidad va hacia lo trans. En la medida que vos te desligás de ese sistema heterosexual que te plantearon, empezás a ser un ser trans que mutará hacia otro lado. Lo trans es una posibilidad gigante de desandar”.
Sobre la idea de tribu que Susy expresó, nos dijo que “aunque vayas caminando y te caguen a palos a vos, por besarte con otra, vos sabés que no es a mí, no es a vos, es a la tribu a la que le pegan. Está bueno que el mundo se entere de eso. No me estás pegando a mí. Le estás pegando a un modo. Y yo puedo hasta morir en ese modo tuyo de cagarme a palos, pero va a haber más y más. Entonces el tema es qué vamos construyendo para adentro de la tribu. Cómo queremos negociar con ese afuera”.
Con esa altura de reflexión crítica empezó el Festi, que tuvo su apertura formal con un fogón de bienvenida por la noche en el Camping Ni Nada, donde ya se vienen alojando buena parte de les participantes de esta fiesta multicolor, en anteriores ediciones.
Al día siguiente, el viernes, se llevaron adelante distintos talleres: ‘Vínculos disidentes’; ‘Trabajo sexual desde y para disidencias’; ‘Taller introductorio a danzas afrobrasileras’. Y por la noche en el Espacio Cultural Ave Fénix, rebautizado por la organización como Fénix aborterx, se hicieron distintas actividades: teatro, clown y artistas musicales.
El sábado llegó el esperado día de la marcha (que se puede ver en la galería de fotos de la web) y demostró que la crisis económica, que ajusta el bolsillo de todes, no mermó la cantidad de público, como nos lo confirmó Azul, durante la manifestación.
Las consignas son siempre las mismas: el reclamo de políticas públicas desde el estado, el acceso a la salud y a la educación para todo el colectivo, pero sobre todo para las identidades trans, que aún son una deuda pendiente.
La marcha fue extensa y recorrió algunos barrios de la ciudad, como el San José y el Yrigoyen. Todo el color de la manifestación, guiada por una Chevrolet encorsetada en un unicornio violeta con el puño en alto y una sola teta, se metía entre callecitas angostas y desembocaba en otras más grandes, y de nuevo se amuchaban para pasar por otra callecita de tierra hasta cruzar un puente, y ya encaminarse de lleno hacia la plaza donde esperaba el escenario. El cual, según nos mencionó Azul, la Municipalidad espera siempre hasta último momento para confirmar que se los van a brindar, como si fueran migajas, negando la importancia de semejante Festival. “Se sabe que tenemos una postura muchas veces critica, y con razón, porque no hay desde la provincia, no hay desde el municipio un apoyo hacia nuestro colectivo”, dice ella. Igual con sonrisa cómplice comenta que, aunque no les brindaran el escenario esto se realizaría igual, porque “el espacio público es nuestro “.
En la plaza esperaban varies artistas: Mujeres del Folklore, de Bs. As., Paz, artista originaria que puso bien arriba a todo el mundo con su reggaeton trans mapuche, Ayelen Beker, de nuestra ciudad, con su cumbia santafecina, y Susy Shock, entre otres.
El domingo, en el Centro Cultural Eduardo Galeano (escritor uruguayo a quien le debemos el nombre de nuestro programa), se realizaron las últimas actividades y ahí tuvimos la posibilidad de charlar con Susy e Higui, a quien a pedido nuestro, la Shock se copó y le hizo la pregunta de cierre de la nota: “¿Higui como hacés para sonreír, a pesar de todo?”, frente a la mirada atenta y oídos de aprendices de todes quienes presenciamos ese momento, y ante cada respuesta de la Tía Trava durante toda la entrevista. (Podés ver la nota completa acá - https://youtu.be/ab843b-AW1g)
Cuando nuestra colega, Rocío Yanca, de Radio Encuentro (Viedma), le preguntó sobre la recuperación de las identidades originarias y cómo se entraman estas dos luchas, Susy reconoció que el problema puede ser de la Argentina en cuanto a esa disociación que existe acá: “cuando estuve en Bolivia, nadie siendo torta, puto, trava o poeta, podía dejar de pensarse también indígena. Entonces es como algo que tiene la Argentina, que también nos aísla del continente. Porque no nos pensamos latinoamericanas, porque no nos pensamos sudakas, porque no nos pensamos negras. Acá nadie habla de lo negro. El antiracismo, en nuestras organizaciones, es una palabra que no está. Como si no hubiera racismo, como si no hubiera una comunidad negra diezmada”.
Así transitó el XI Festivxl Diversx y Disidente, un espacio que, desde una mirada hetero como la de quien escribe (o desde cualquier mirada), es una gran usina hacia una deconstrucción profunda y poco cómoda hacia la cual sumergirnos.