COBERTURAS
16 de septiembre de 2025
Teatro: Todo terminará para navidad
El director y dramaturgo, Aldo El Jatib, realiza una demostración contundente de su visión teatral en un espectáculo donde la tragedia histórica se enlaza en una maquinaria escénica tan mordaz como sensible.
Cinco actores deambulan con batas, ensayando expresiones que se truncan y repiten en una suerte de limbo tétrico. Lo que podría tomarse como una puesta en calor para lograr escena, puede tomarse como la cola de la serpiente que se devora a sí misma.
Lo siguiente será un telón insólito que condensará una larga sucesión de escenas y escenarios teniendo como elemento común la puerta de un baño. Este dispositivo será la vertiente por donde todo fluya.
Asincrónica y fragmentada en su desarrollo, la obra relata una época en la que Europa se hunde en la guerra y desesperanza. La frase “todo terminará para la navidad” fue acuñada el primer año de la gran guerra con la fé puesta en qué semejante barbarie debía tener un fin. Sobreviviendo como una anécdota, la línea de ese deseo, aunque muerta en los frentes de batalla seguirá palpitando en las personas que buscarán un mejor destino.
Los protagonistas representarán en tres ejes el significado del conjunto: el origen de la tragedia, la representación de la crueldad y violencia del ser humano, y una familia italiana que escapa de aquel infierno para vivir en la prometedora Argentina de principios del siglo XIX.
Partiendo de la base narrativa de “no lo cuentes, mostrarlo”. Entre lo aturdidor del grotesco y parte del parlamento en italiano, el texto queda casi en un segundo plano. Si bien, toma sus pausas para ser explícito y claro, la principal narrativa del guión se fija en las imágenes, tanto activas como pasivas, que compondrán el relato por sí mismas.
Si Jatib iría a la guerra lo haría con ese escuadrón de actores, no cabe duda. La sensación que transmite su modo de dirigir y participar en la obra es como la de un comandante. Observa las escenas desde un costado, en penumbras, jalando los hilos como un titiritero. Lo que sucede bajo las luces se domestica en una coreografía física, vocal y rítmica.
De manera frenética los actores entran y salen de escena mediante el cambio constante de vestuarios que son muy bien logrados en su composición y variedad: ropa, máscaras y utilería con el que darán vida a una cantidad de imágenes que pocas veces puede verse dentro de una misma obra. Esas visiones, a veces estáticas, son esculpidas con los cuerpos de sus protagonistas como una masilla que Jatib, tan bien sabe moldear, creando estampas sublimes que se enmarcan en una iluminación sensible y mínima, sumando como protagonista a la oscuridad.
El subtítulo de la obra “Sesenta y seis minutos antes de nochebuena” representa una cuenta regresiva simbólica hacia una zona franca del tiempo: un descanso ante la implacable marcha de un sistema que sobrevive alimentándose del combustible humano para subsistir.
Ese apetito sale a escena sin más remate que mostrarse como la representación de un resultado simbólico con una puerta de baño como telón.
La obra se presenta todos los viernes de septiembre a las 21 horas en el teatro “El Rayo Misterioso” (Salta 2991). ANTICIPADAS CON DESCUENTO: +54 341 584-2730
Ficha técnica:
Operadores: Enrico: Sebastián Arriete, Mario: Exequiel Orteu
La Nonna: Leticia Beux
Pasquala: Josefina Valdes
Pippo: Marcelo Lavatelli
Mortcinder: Aldo El-Jatib
Operación técnica: Maywa Vargas
Texto, dramaturgia y dirección: Aldo El-Jatib
Producción: “El Rayo Misterioso”
Duración: 66 min.
Prensa: Mariel Cortez Piñero