En una aldea perdida en el interior de Italia y aproximadamente en la década de los ochenta, un grupo de campesinos trabaja denodadamente en la finca La Inviolanta. Allí, una marquesa explota engreídamente a los campesinos que, al vivir totalmente aislados, todavía se arrodillan ante esos ancestrales títulos de nobleza. Entre esa familia de campesinos está Lazzaro, un joven trabajador y super servicial que siempre está para los demás. Su rostro rebosa honestidad e inocencia y es casi un experto de las huertas. Antonia, una joven campesina que a temprana edad es madre, es la única persona que lo protege ya que él sólo tiene a su abuela. 

   La historia de Lazzaro y su vida campestre cambiará cuando conozca a Tancredi, el joven marques hijo de la dueña de la finca, que le insinuará un posible parentesco entre ellos dos y formará una amistad entre ambos, dos jóvenes de clases sociales totalmente distintas. La película está ambientada a finales de la década de los setenta, pero se toma varias licencias cronológicas, como el hecho de que haya un teléfono celular en esa década. Aunque sabemos que es el pasado, parece jugar con la atemporalidad casi desde el comienzo.  

   La relación entre Lazzaro y Tancredi, uno un siervo y el otro de la nobleza, nos remite a otra relación clásica de la historia del cine: la de Alfredo y Olmo, de dos magníficos Robert De Niro y Gerard Depardieu, en Novecento. Al igual que en el gran clásico de Bertolucci, la película muestra la explotación a las chusmas, pero además también muestra la decadencia de la nobleza. También la emigración del campo a la ciudad. Muy buenas actuaciones; conmodera historia y un paisaje poético. La última película de Alice Rohrwacher es toda una joyita.

FIcha Técnica:

Título original: Happy as Lazzaro.

Direccion: Alice Rohrwacher.

Elenco: Alba Rohrwacher, Adriano Tardiolo, Agnese Graziani.

Duración: 125 min.

Nota: 4/5 (Muy buena).