Es Amor y es Underground

Amor Underground realizó su primera gran fecha autogestionada en Distrito 7 acompañades por Pedro Lyricko, Joako 022 y Shanti.

El último viernes de febrero nos reunió en Distrito Siete, uno de los bastiones culturales que quedan en pie en la ciudad de Rosario, para encontrarnos en una celebración del hip hop local. Amor Underground, en busca de financiar su primer material de estudio, hizo que se encuentren varies artistas de la nueva escena local del género, a sala llena, con entradas agotadas, y todos los debidos protocolos que el lugar ofrece, y que la situación demanda.

Llegada la hora de comenzar todo, ya estábamos todes en nuestras mesas, cuando Tatiana Delacour, la Tati, salió al escenario para enardecer al público con sus palabras y su presencia, y así encargarse de presentar el primer show, y la noche entera.

Pedro Lyricko fue quien se encargó de iniciar la llama de las rimas. Haitiano radicado en Rosario, utiliza el rap para expresar su sentir y lo que fluye de su interior y sus cuerdas vocales. No hizo falta mucho español para encender a les presentes. Sus rimas en francés y en inglés fueron suficientes para conseguir palmas y agite. En cuatro canciones demostró todo su fuego y su potencial. Así comenzó la noche de rap en D7, con invitación de Amor Underground, mixtura cultural y brazos en alto.

El siguiente turno fue de Joako 022, MC local y joven, que hace rato viene girando por las tablas rosarinas con sus rimas. Acompañado en lo instrumental por Yulo Demianczuk, empezó con fuerza y palabras claras a rapear lo que tiene para decir, agradecido por la oportunidad que le han dado sus compañeres de subirse esa noche a ese escenario. Supo aprovechar la calma de la ocasión para hacer una canción sentado, acompañada por la guitarra acústica de Yulo, entendiendo el clima. Letras posicionadas, estilo propio, sonido local.

La velada continuó con la presentación de Shanti, quien hace unos cuantos meses sacó a la luz virtual su primer EP Mercurio, y tuvo muy buena recepción del público local. Presentada por la Tati, acompañada por Blas Urruty y recibida por aplausos, dió lo que tiene para dar. Con instrumentalidad que va desde el soul a los beats bien producidos, sacó a relucir sus canciones, y gran parte de la gente presente demostró sabérselas. Repasó su EP, y la cosa se encendió fuerte cuando sonó Pibite. También, cuatro canciones, que dejaron al público con muchas ganas de más. Con ese material y estos shows, Shanti se planta como una de las artistas más frescas e interesantes de la escena local. Cerró con una canción que todavía no está en las plataformas digitales, expresando "vamos a hacer que caigan del cielo flores". Y así fue.

Con todo este contexto de agite y goce logrado, subió a las tablas Amor Underground, les anfitriones de la reunión. Una de las bandas de la ciudad que se dedica al hip hop, pero con una base de banda instrumental, abordando otros géneros. Tal vez, la más rock de todas. Con Román Pagura en teclas, el Duende en la guitarra eléctrica, y los hermanos Julián y Leandro Casas, los chapitas, en bajo y batería respectivamente. De las rimas se hacen cargo Leitoh MZ, y Lucía Méndez, Luc1d3z.

Definitivamente es la banda de hip hop más rock de la ciudad. Mucha potencia en sus sonar, mientras Leitoh y Lucía rapean con fuerza también. Los momentos instrumentales te hacen fruncir el ceño bien y agitar la cabeza. En los lapsos instrumentales aparecen solos bien picantes de Duende, de la vieja escuela de la viola eléctrica bien polenta y distorcionada. Las letras posicionadas relatan las problemáticas sociales que nos atraviesan a diario.

Hubo un momento para que la banda invite a Pedro Lyricko, Joako y Shanti a que suban al escenario y hagan un tema entre todes, cocinado y sazonado durante la semana de ensayos en conjunto, entre la banda instrumental junto a Luchite de Huracán, y les tres MCs. Una bomba en escena.

Como en un principio hubo el momento de que la cosa inicie con Leitoh rapeando a cappella, tras ese momento de mixtura que sucedía, volvió sólo Lucía al escenario, e iluminada por una lámpara recitó unas palabras empoderadas que encendieron el grito generalizado. Y así fue llegando el final del show, a puro rock y hip hop. Potencia garantizada.

Así se sucedió esta noche de hip hop en D7, donde Amor Underground agotó entradas, agitó cabezas, compartió la celebración y se acercó un poco más a ese primer disco que la música rosarina espera.


Texto: Gonzalo Luján
Fotos: Juan Ignacio Porta

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