Con un clima que acompañaba, a la luz de las velas, se fue llenando la sala de pequeñas risas, esperando el gran show que se acercaba.

El ritual comenzó puntual, eran las 20.30 y todes estábamos en nuestras sillas expectantes, hasta que de pronto nos vimos maravilladxs  por la presencia en escena, de la especial, Feli Colina.

Batería, bajo, teclado y voz era la formación de este grupo, que se presentaba por primera vez, en una ciudad que no era la ciudad natal de Salta, ni Buenos Aires. 

Diez temas y lxs espectadores nos encontramos en un viaje muy diverso, que nos llevó por los grandes hits de su último disco “Feroza” como “Martes”, “Mentira”, “Familia” “De donde salió todo esto”, hasta regalarnos dos nuevas composiciones de su próximo disco. La frutillita de postre, fue la zamba “Si llega a ser tucumana” en una dupla piano- voz, que nos emocionó hasta la médula. 

Alegre y agradecida al público, Feli bailaba y cantaba los arreglos de la batería haciéndonos entrometer aún más en sus letras. A mitad de su show, nos dejó atónitos con “De dónde salió todo esto”. Luces rojas la alumbraban, mientras se desvestía recitándonos su tema que abraza a la performance y nos estremecía su grito “Si queres hablar conmigo, acércate bien” como una verdadera felina.

Se trató de un espectáculo lleno de emociones, porque Feli es furia poética, cantora dulce, y sonrisa expandida. Con su último tema “Tiempo” nos cantaba a lxs rosarinxs: “Tiempo, me quitas vida / Segundo a segundo me transformarás” como una dulce reflexión de despedida.

Luego de un tiempo de espera, la noche pasó a tener otro color, ya que los cuatro integrantes que conforman la banda “El Zar” comenzaron a sonar y llenaron de danzas de torso y brazos arriba, el salón del Centro Cultural. 

Luces rojas, azules y violetas iluminaban al cantante que no dejaba de moverse sobre el escenario. Con un estilo de vestimenta adidas y mucho bailecito, alegraron al público con temas de su último disco “Pura Casualidad”  lanzado en el 2020.

Durante el pasar de las canciones, la gente cantaba a la par de la banda porteña y se respiraba el anhelo de un mundo sin aislamiento, para bailar lo que sonaba. 

Facundo, el cantante, luego de anunciar que se venía el último tema, bajó del escenario para bailar y cantar más cerca de su gente y hacernos divertir. 

Ya sobre el final de la noche, sonó el tema “Pensarlo de nuevo” y se escuchó al público cantar a viva voz “Y nos dimos el tiempo” .

Con esa alegría, nos dimos cuenta, que el ritual  en el que habíamos participado esa noche del 15 de abril, era para hacernos viajar sobre las agujas del tiempo, disfrutar del momento y llevarnos el aprendizaje, de que si hablamos de “tiempo”, siempre hay que tomar el ritmo del disfrute.

La cobertura de fotos completas la encontrás en nuestra cuenta de Instagram.

Texto: Luisina Roldán
Fotos: Rocío Tenaglia