El Mató a un Policía Motorizado dio un show único bajo la luz de la luna brillante

Después de las restricciones pandémicas, la banda liderada por Santiago rompió esquemas en Rosario.

El viernes a las 21 se abrieron las puertas del Hipódromo. Una larga fila empezó a avanzar rápidamente. Después de mostrar carnet de vacunación y entrada, te recibía una barra y en el fondo el escenario que armó la gente  de Asfalto Producciones. 

Una hora más tarde, El Mató daba por iniciado el show. Las luces rosadas iluminaban el playón y el magnetismo sonó con fuerza. El clima acompañó y el indie rock volvió a la ciudad. 

Durante las casi dos horas del show mirar alrededor era estallar en emoción. Cuando sonó Chica de Oro, una pareja se abrazó como si no hubiera un mañana, durante el estribillo inmortalizaron la escena con un chape. 

Durante "La noche eterna" un pibe se abrazó a su viejo y los dos levantaron los brazos mientras coreaban " sé que el cosmo cuida a todos por igual". Un grupo de amigos empezó a saltar mientras se miraban cómplices cuando Santiago cantaba "El perro" y más de una persona se agarró el corazón con "Alguien que lo merece" y su letra que es poesía: Toda la noche nos vimos llorar. toda la noche pelear y llorar. De esas noches que queremos olvidar. 

El Mató un policía motorizado une generaciones. Su música penetra en quien la escucha con una potencia arrasadora. Es de ese tipo de bandas que te hace reír y llorar, que rompe pero también te arma. 

El viernes hubo pogo, contacto humano, calor de cuerpo que se chocan, ojos lagrimosos, recuerdos, manos que se agarraban, sonrisas entre amigues y el amor de un grupo de pibes que soñó con tocar algo distinto y lo logró.


Texto: Ludmila López
Foto: Giulia Antonelli

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