Cartas escritas pero nunca leídas, mensajes enviados a ningún lugar.

Carne de Juguete volvió a presentarse, con motivo especial de los 40 años la Guerra de Malvinas. La cita fue el sábado en El Rayo.

A 40 años de uno de los sucesos más aberrantes de nuestra historia, “Carne de Juguete”, dirigida por Gustavo Guirado, viene a recordarnos el dolor, la impotencia, la pérdida y el terror que se vivió en 1982. En una mezcla de vida y muerte, la trama nos deja como premisa que la memoria es lo único que nos mantiene vivos y de pie para seguir luchando.

En esta emocionante obra teatral conocimos la historia de una familia, testigo carnal de la guerra de Malvinas, ya que su hijo fue combatiente y al irse a luchar por la patria, sus padres y la novia de su infancia quedaron devastados y por largo tiempo detenidos a la espera de noticias o el regreso del soldado.

Fuimos testigos del dolor de una madre que al no poder superar la pérdida de su hijo, se abstrae de la vida. Una de las frases más impactantes dejando salir las primeras lágrimas fue, parafraseando: “Deje de sentir todo, luego vino la enfermedad y volví a sentir de nuevo, pero esta vez para morir”. Es que la muerte de un hijo ni siquiera tiene palabras en nuestra lengua para ser nombrada, Claudia Schujman en el papel de esta madre destruída por la pérdida de su hijo nos envuelve en una angustia que nos recuerda el dolor de aquellos días y pone en evidencia la historia para aquellos que no hemos sido parte de la angustia y la desesperación de nuestro país.

El soldado, interpretado por Federico De Battista, no fue más que apenas un niño queriendo ser carpintero, un cantante de rock; lanzado a la guerra en una temprana adolescencia con deseos, con sueños de un futuro que nunca llegaría. Hambre, frío y miedo, algunas de las cosas que padeció para finalmente terminar muriendo en el anonimato.

El padre del soldado, interpretado por Edgardo Molinelli, es quien conserva las pertenencias de su hijo hasta 40 años después de su muerte, de la cual no tiene la certeza de cómo ocurrió. Es este personaje el que a través de cosas materiales intenta aferrarse a las vidas de su mujer y de su hijo, para no sentir la realidad, que lo ha perdido todo.

Cartas escritas pero nunca leídas, mensajes enviados a la nada. Los reclamos de la novia de la infancia, interpretada por Yanina Mennelli, que intentado ayudar a dejar atrás las esquilarlas del dolor y la pérdida, nos demuestra que el amor no muere con las personas, su deseo de casarse con el soldado siguen intacto

En esta emocionante obra teatral conocimos la historia de una familia, testigo carnal de la guerra de Malvinas, ya que su hijo fue combatiente y al irse a luchar por la patria, sus padres y la novia de su infancia quedaron devastados y por largo tiempo detenidos a la espera de noticias o el regreso del soldado.

 

Texto: Lucrecia Mubilla
Fotos: Claudio Perrín (cortesía de Carne de Juguete)

Compartir

Comentarios