Festival La Revuelta: El baile de la resistencia

El Festival La Revuelta tuvo lugar en La Sala de las Artes el viernes con los shows de Sin Ley, Carmina Burana y Un Morlaco Pal Paco

El pasado viernes 23 de junio se realizó, en el hermoso espacio de “La Sala de Las Artes”, el festival “La Revuelta”, propuesta que llega de la mano de reconocidas personalidades de la ciudad y en la que participan artistas con un mensaje bien claro, “REVELDIA”.

“Sin Ley” volvió a rosario. Una de las bandas más longevas del punk argentino volvió a Rosario para reunir a una gran cantidad de gente en el “Baile de la resistencia”. Una Edición más de música “pesada” para una generación de gente con oídos refinados y exigentes que crecieron con estas canciones y que hoy, después de 35 años, se vuelven a encontrar.

Una de las primeras noches frías del año en la cual se le agregó el condimento de la lluvia (llovizna o garúa finita típica de la humedad rosarina), la cual no impidió que la gente se acerque al recinto ubicado en calle Güemes y Suipacha.

El menú para esa noche contó con una serie de artistas bien pensados para ir entrando en calor de a poco. La entrada estuvo a cargo de “Un Morlaco Pal Paco” @unmorlacopalpaco, agrupación musical de 4 guitarras acústicas realizando clásicos y no tanto del punk rock internacional.

Cerca de las 23 hs llegaría el primer plato de la mano de  “Carmina Burana” @carminaburana.banda, la banda santafesina que va para los 30 años y es cada vez más reconocida; como siempre su labor sobre el escenario fue brutal. Una hora y media de clásicos tras clásicos con todo el poder y fuerza magnética que los caracteriza.

Entre banda y banda se pudieron degustar una serie de clásicos internacionales de punk-rock-pop-folk que funcionaron muy bien para que la gente se prepare para lo que venía y no muera de un ataque de ansiedad. Quien amenizaría la noche sería la licenciada en bandejas Ivana Rough.

Luego de un largo receso, cerca de las 1:30 de la madrugada, dio comienzo el recital de Sin ley, legendaria banda bonaerense de fines de los 80, que por alguna razón eligió a la ciudad de Rosario desde sus comienzos, para ser el segundo lugar, por fuera de Buenos Aires, donde más veces tocaron.

Será porque de entrada, allá por los comienzos de los 90,  ya se podían escuchar sus primeros demos como “Tarde para todo” o “¿Qué mierda festejás?”. Banda con tintes de Sex Pistols y Ramones que en sus letras noventosas ya puede entreverse esa idea de rebeldía y revolución que flotaba en el aire dentro del género en aquellos momentos. Canciones de amor con un tinte de enojo por situaciones no concretadas, canciones que seguro han sido muchas de ellas escritas en la calle, de noche, dentro de un reconocido marco de drogas, alcohol y el sentimentalismo que sin ley uno puede traducir acompañado de una serie de acordes simples.

La noche transcurrió normal y la gente no paró de corear todo lo que por el sistema de sonido se reproducía, una noche mágica que las inclemencias del clima no pudieron boicotear y en la que muchas personas recordamos aquel primer tema sacado con la “criolla” o aquella primera influencia que nos hace hoy seguir por el camino del punk. Mucha descarga emocional expresada con un grito al cielo o con un empujón desbordado en el pogo.  En definitiva,  las formas del punk  rabiando en su máxima expresión.


Texto: Nahuel Giménez
Fotos: Gaby Terre

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