“Las chicas materiales” presentan su primera producción teatral.
Afuera llovizna, es un domingo de otoño y ya es de noche en Rosario. Merodeando la hora del corchazo, pienso en lo acertado del día y horario de la función.
En la sala, como en cualquier otro lugar de la ciudad, la humedad litoraleña confunde y empasta. Algunos visten campera, otros remera. Pero nada luce seco.
Antes de acomodarme en la butaca las veo: ya están ahí. Bailan, siempre bailan, la música es su rúbrica. Con los pies descalzos siembran el suelo con huellas. Sueltan el cuerpo para aflojar el corazón, las articulaciones: desde los dedos del pie hasta el último cabello. Todo en movimiento para liberar esa energía porque el corazón es un telar que constantemente se enreda y no se puede peinar, aunque digan que “la experiencia es un peine que te da la vida cuando te quedas pelado”. Mientras tanto, estamos todos en el mismo baile. Hay escenario de pos amor.
Luego de un largo rato de antesala, la escena se irá diluyendo progresivamente en otra cosa. Acomodadas tras una mesa amplia, las sillas en orden y de cara al público. Las chicas secan su transpiración, toman agua, se calzan, se maquillan, suman alguna prenda de vestir. Se preparan para ¿una charla?, ¿una ponencia?, ¿una obra de teatro?. Presentarán escenarios sentimentales y tragicómicos mediante el vocabulario esencial de la separación amorosa, un catálogo de palabras para un campo de estudio: la era después de una ruptura.
Para ello elaboran un juego con el espectador, enunciando una letra del abecedario, donde cada una será el disparador de una palabra: dolor, tristeza, ira, miedo, culpa, nostalgia, negación, depresión, para dar ejemplos; y cada palabra tendrá un correlato dentro de la “situación pos amorosa”.
En sí, el glosario ilustra un paisaje que no puede ser explicado sin el conjunto de emociones. Algo tan amplio que no puede ser procesado de manera consciente o razonable; y pese a que el lenguaje no alcanza, siempre tiene el beneficio de darnos al menos una certeza en la sospecha de aquella realidad, algo que al menos permita expresarse como un desahogo.
En la canción “Peces de ciudad”, de Joaquín Sabina se puede escuchar “al lugar donde has sido feliz, no debieras volver nunca” y agrega “El tiempo habrá hecho sus destrozos”. Pese a evidentes verdades, el recuerdo no se puede borrar. Todo lo que quedó detrás vendrá a buscarte como “ el fantasma de las navidades pasadas" y, como bien rescatan en la obra, la etapa del duelo, es una de las formas más cercanas a la muerte que, literalmente, lo expresan como “seguir respirando mientras se está muerto".
En la obra, el concepto del duelo se siente como un mosquito. Por eso capta, entretiene y molesta. Logrando un feedback silencioso con el espectador, que estará todo el tiempo pensando en su experiencia, rascando donde le picó. Recordando cómo, por las noches, ese bichito zumbaba al oído mientras trataba de dormir.
Lo que exponen las actrices sobre el escenario no es una historia, ni el relato de alguna de ellas. A la descripción de los sentimientos que manifiestan, le ponen cuerpo, voz, humor y ritmo, desenvolviendo un guión que puede ser el de cualquiera. O, para el ¿afortunado? que aún no haya transitado ese camino, una advertencia. Porque así como el amor nos hace sentir únicos, el desamor nos iguala.
"Compartimos el desamor con todos los que alguna vez se separaron, ¡salud!"
Las chicas materiales dicen:
¿Cómo se gesta el grupo que presenta esta obra?
Las Chicas Materiales somos un grupo de actrices que difundimos el teatro de la ciudad. No somos un grupo teatral, ni tampoco una compañía. El año pasado viajamos al Festival Internacional de Teatro (FIBA), y ahí es donde un poco se empieza a gestar Las Chicas Materiales. En el festival vimos que había una persona que reseñaba las obras que nosotros también estábamos viendo y coincidía mucho con la mirada artística. Cuando formamos el Instagram de Las chicas materiales comenzamos a seguirlo. Miguel Mango, un director de Buenos Aires. Él estaba buscando un grupo de amigos/amigas que tengan confianza entre sí, para empezar a entrenar, sin proyecto de una obra. Nos ofrece que lo hagamos con él en Buenos Aires, y acá en Rosario. Viajamos una vez por semana cada 15 días. Él venía para acá y empezamos a entrenar y de ahí nace la obra en realidad, pero no nace como con la intención de tener una compañía teatral sino de entrenar con él.
¿Es una obra de teatro?
Es una obra de teatro. Es una obra de teatro performática con tintes de teatro físico, con tintes de teatro de danza, con tintes de teatro documental, si se quiere decir. Es una obra de teatro performática y lo que se presenta sobre el escenario es eso, una obra de teatro que enuncia palabras con dispositivos corporales realizados por cuatro actrices, o performance, como quieras llamarnos.
¿Cómo surgió el tema? ¿En qué se basaron para realizar el guión?
Nosotras, cuando viajamos la primera vez a Buenos Aires a entrenar con Miguel estábamos medio mal de amores y él estaba leyendo sobre el tema y nos dijo, podemos usarlo para trabajar. Había como una necesidad del grupo de poner en tema el posamor ¿Qué hacemos con todo eso? Bueno, nosotros hicimos una obra de teatro.
Entonces empezamos a entrenar con definiciones. El texto de la obra, su elaboración sale de ahí, sale de tomar palabras y exponerlas, de jugar con el cuerpo según esas palabras y también, con un poco de experiencias personales. Es un mix entre ambas cosas.
Había textos que nos quedaban muy alejados de la actualidad o en su defecto muy alejados a cuatro pibas de veintitantos. La elaboración parte desde ahí, de tomar algunas definiciones pero modificándolas respecto a vivencias actuales. Por ejemplo, había muy pocas citas de mujeres. Lo que quisimos, fue traerlas un poco a lo femenino de varias maneras. Por ejemplo con Taylor Swift, Mon Laferte, que son exponentes musicales y referentes.
¿Se sienten parte de una nueva generación?
Sí, somos parte de una nueva generación del teatro independiente rosarino que tiene ganas de atraer a otros públicos y no de quedarse siempre en lo mismo. Es lo que nosotras buscamos con Las chicas materiales y con esta obra particularmente, llegar a ese público que no suele ir al teatro independiente, que no suele consumirlo. Pero el fin de esta obra es atraer a públicos que no son asiduos del teatro independiente y creemos que es algo que esta generación nueva de actores y actrices está buscando en la ciudad. Creemos que es a lo que tenemos llegar.
Entonces, nosotras hablamos de posamor porque sabemos que al todo el mundo le afecta y le va a afectar de alguna manera, y es un tema como súper Pop el amor ¿no?. Entonces vamos a hacer algo de lo que quieren hablar todos. Y salió el amor.
En este momento, en la ciudad de Rosario, respecto al teatro independiente, creemos que hay una brecha generacional grande. Ojo, hay lugares que están todo el tiempo con una movida re piola, disminuyendo esa brecha en sus modos y costumbres. Es la pregunta y el cuestionamiento que más nos atraviesa a nosotras como hacedoras de la difusión del teatro independiente, es lo que estamos buscando con esta obra y con Las chicas materiales.
Bonus track
Armada en base a la obra y junto a sus seguidores, las Chicas materiales elaboraron una playlist que podes escuchar desde el siguiente link:
https://open.spotify.com/playlist/2hQYYup5t61csvhO1ztcK6?si=-CFnYaReRWWjof0fmcolUg&pi=u-S-nSRJO_SvuK
Glosario posamoroso se estará presentando los domingos 12, 19 y 26 a las 20 horas en la sala Cultural de Abajo.en calle Entre Ríos 579.
Entradas anticipadas al siguiente Whatsapp: 3413 233084 (Cecilia Tesei) – Instagram:@laschicasmateriales
Ficha Técnica
Actrices: Ainés Arribalzaga, Cecilia Tesei, Julieta Peirone, Lucía Boero.
Asistencia coreográfica: Aldana Fernandez.
Diseño de iluminación: Stefania Bonato.
Operador de luces: Pablo Pizarro.
Diseño sonoro y música original: Carlos Breviere y Miguel Mango.
Asesoría de vestuario: Liza Tanoni.
Asesoramiento escenografico: Rodrigo Frias y Lucía Palma.
Realización escenográfica: Sebastián Tesei.
Fotos de ensayo: Walter Hellmund y Sol Garcia.
Fotos de Función: María Clara Tesei.
Diseño gráfico: Soraya Vargas.
Asesoramiento de producción: Fran Alonso.
Producción: Las chicas materiales y Miguel Mango.
Asistencia de dirección: Mati Federico.
Dramaturgia y Dirección: Miguel Mango