Soy hombre y no quiero mis privilegios.

El domingo fui a marchar con las 70.000 mujeres que se acercaron al Encuentro Nacional en Rosario.

El domingo fui a marchar con las 70.000 mujeres que se acercaron al Encuentro Nacional en Rosario.


Porque me enorgullece ver a mi ciudad intervenida por miles de mujeres en lucha.

Porque son mujeres las que desterraron de mí los micromachismos de los que no era conciente.

Porque en Argentina muere una mujer víctima de violencia de género cada 28 hs.

Porque nos siguen desapareciendo pibas para que la trata las esclavize.

Porque me enfurece ver como un hombre acosa una mujer por la calle (y no me vengan con el chamuyo del piropo).

Porque no quiero que la televisión siga sembrando estereotipos y criando machitos.

Porque cuando matan a otra mujer, el noticiero dice “crimen pasional”.

Porque a los violadores los defienden la Iglesia y la policía, y primero se pone en duda a la mujer.

Porque muchas mujeres siguen cobrando menos que los hombres por el mismo trabajo.

Porque si una mujer nació atrapada dentro del cuerpo de un hombre, es toda una mujer.

Porque un aborto ilegal sólo nos mata a las mujeres de los barrios, y es culpa del Estado.

Porque todos los derechos siempre se ganaron en la calle, y ahora le toca a las mujeres.

Porque esa menos puede ser tu madre, tu hermana o tu hija.

Porque los medios nos quieren hacer creer que el Encuentro es violento.

Porque violencia es mirar para otro lado.

 

Porque necesitamos más varones en contra del patriarcado.

Porque soy hombre y no quiero mis privilegios.

Porque soy feminista.

 

Texto: Gonzalo Luján

Foto: Calfu Martínez Tuset

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