Jueves 18 de Septiembre de 2025

COBERTURAS

28 de abril de 2022

Un viaje en los 20 años de Okey Dokey

Luego de su paso por Córdoba, “el chico bomba” desembarcó en Rosario con todo el frenesí y la agitación que siempre lo caracterizó. Pasó un tiempo desde la última vez que Il Carlo (como suele autodefinirse) pisó tierras rosarinas, y se notó en la gente que estuvo presente desde temprano en el Centro Cultural Güemes.

A pesar del frío que azotó a la ciudad, una vez que la banda tiró los primeros acordes y la gente ya había ingresado, el condicionamiento climático fue cosa de poca importancia. Pasaron ya 20 años de la salida de su disco “Okey Dokey” y una de las excusas para su regreso fue esa, sumado a su ausencia por culpa de la pandemia, era el momento justo, donde se combinaba el festejo de su primer y gran registro y el poder reencontrarse con el público rosarino.


Nekro, como se lo conocía en las épocas de Fun People antes de renacer como Boom boom kid, subió al escenario junto a sus músicos pasadas las 21:30 hs y se dispuso a tocar tema tras tema sin parar como suele pasar cada vez que uno asiste a sus recitales. Todo es euforia, adrenalina y por momentos se viaja al pasado adolescente donde abundaban las primeras melodías. Si bien el recital se basaba en un nuevo aniversario de su primera grabación; no se privaron de tocar varias canciones de otros discos tales como: “Déjame ser parte de esa locura”, “Planetas”, “Perfume de vos”, entre otras. 

También hubo un momento para temas clásicos de su anterior banda, tales como “Masticar”, “Leave me alone” y “Born free”, donde en su momento ya se podía ver la transformación de lo que sería esta nueva etapa, un poco más melódica y con la voz más limpia.

 Entrando en el final, volvieron a recurrir a la fórmula que nunca falla, la de inyectar a los más viejos esa cuota de nostalgia y emoción que logra cada vez que toca algún tema de su primer álbum con Fun People: “Anesthesia”. Sonaron los primeros acordes de “Hunt” y la mayoría rememoró épocas doradas del hardcore nacional donde la banda tenía la atención de toda la escena con la salida de su memorable disco. Le siguieron: “Bad influence”, “Mantiene tu espíritu con humor” y el ya clásico “Distinto”.


Con un Centro Cultural Güemes repleto, se ponía de alguna manera fin a esa seguidilla, por suerte corta, de recitales con distanciamiento y sentados cada uno en su silla. Se volvían a ver secuencias de agite y felicidad, secuencias que por poco más de 2 años parecían no volver jamás.

 Cerrando la noche tuvo su aparición una de las escenas típicas ya en los recitales del Kid, la de montarse a su tabla de surf y barrenar sobre su público enardecido; surfear sobre el sostén de brazos que lo empujaron desde el escenario hasta la otra punta del Centro Cultural para bajar sobre la barra y dar por concluido el recital mientras sonaba de fondo “Si se calla el cantor” de Mercedes Sosa.

Todo fue adrenalina, emoción y nostalgia; aunque siempre queden las ganas de querer un poquito más, al margen de la entrega total y la gran cantidad de canciones tocadas.

Crónica: Ramiro 

Foto cortesía: Giuliana Antonelli

 

COMPARTIR:

Comentarios

', {'name':'b'}); ga('b.send', 'pageview');