Martín Buscaglia, Bochamakers y diversión.

El uruguayo Martín Buscaglia regresó a Rosario, esta vez para presentarse en modo full band, con sus Bochamakers en el CC Güemes.

Era sábado a la noche y se presentaba la segunda oportunidad en el año de ver una presentación de Martín Buscaglia en la ciudad de Rosario. Las diferencias eran muchas. La vez anterior estaba yéndose el verano, y esta vez estaba asentándose la primavera. En la primera ocasión del 2022 el show también se daba sobre calle Ovidio Lagos, pero ahora, más cerca del río, en el CC Güemes. Aunque la diferencia que queremos destacar es otra. En marzo lo vimos a Martín en soledad, sin ninguna compañía más que su guitarra, lo que fue más que suficiente para entregarnos su música. Esta vez nos dimos el gusto de escucharlo con los Bochamakers, su histórica banda, con la que hacía muchísimos años no venía a nuestra ciudad.

Unos minutos antes de las 21 hs salió al escenario Lucio Gagliardo, encargado de recibir con su música a quienes se acercaron al Güemes, interpretando las canciones de su álbum La Unión. Con su guitarra, y con la compañía de un dúo de cuerdas, habitó el escenario con la calidez de quien habita su propia casa, brindando una acústica dulzura para quienes gustan de ser tempraneros en los recitales. Una bella situación que termina de generar un bello contexto.

Y ahora sí, empezamos a identificar cómo el escenario se empieza a poblar, para hacer sonar unas percusiones candomberas y unos acordes grooveros, y tras abrirse el telón se hacen ver Martín Buscaglia y los Bochamakers. Con el clima sonoro generado y una base bien plantada, suena la épica melodía de Eye of the tiger mostrando lo plantada que está la banda, y así, con esa base, Martín pasó a presentar en un canto improvisado a cada uno de los músicos, uno más zarpado que el otro: Nacho Mateu en bajo, Coby Acosta en percusiones, Martín Ibarburu en batería y Matías Rada en guitarra (si, el hijo del Rubén). Banda presentada y ahora así, abre el show sin frenar con Los barcos, de su último álbum Basta de Música.

¡Qué buena oportunidad la que presentan los Bochamakers! La posibilidad de escuchar esas canciones de Buscaglia que necesitan de una banda completa, que piden electricidad. Hacía mucho tiempo que Martín no venía con su banda completa, lo veníamos viendo en formatos más íntimos. Y eso se materializó en los dos temas que vinieron tras la presentación, dos clásicos: Ante la duda todo y Chúpame la mente.

La gente acompaña y se sabe los temas, es cómplice, es protagonista también, con coros y silbidos, con bailes y detalles espontáneos. Suena Los instrumentos, acompañada por el público y con un buen juego lúdico con todos los músicos. Luego se hacen sonar El sol, y Para vencer.

La banda deja el escenario y hay un momento para la calma y la dulzura que propone Martín sentado en un taburete con la guitarra acústica tocando una canción hermosa como lo es Viajar contigo es como escuchar la vida secreta de las plantas.

Así pasa a contar una anécdota alucinante, que no es suya, sino de Coby, el percusionista, diciendo como prólogo que hay algunas canciones hechas en base a hechos reales que, al hacerse canción se vuelven ficción, y viceversa. Entonces cuenta que cuando vivía en un pueblito de Italia, Coby se enteró que en un bolichito del lugar se presentaría una banda que contaba con el actor que interpretaba al personaje de Leroy en la serie Fama. La verdad es que la anécdota es genial, pero mejor que yo la cuenta Martín en el tema que lleva el nombre del personaje, Leroy. Antes de interpretarla volvió a llamar a sus Bochamakers para hacerla juntos.

¡Cómo le gusta a Martín charlar en los recitales! Conversar, joder un poco. El formato venía acompañado de mucha manija de música, entonces tal vez tanto tiempo no tenía, pero siempre aprovecha para presentar algunos temas antes de hacerlos. Y así, preludiando a Me enamoré, explica que es una canción que, en 2 minutos, pasa de ser una plena uruguaya, a una suerte de samba reggae para terminar en un huayno peruano. En sus palabras, es un tema que tocaría una banda de funk nigeriano si se quedara varada en Montevideo durante una pandemia y tuviera que instalarse durante meses en el Barrio Sur.

Se nota mucho la diversión, el gusto por crear la música, interpretarla en vivo, compartirla con amigos músicos increíbles y hacer gozar al público. Se notan mucho también las ganas que tenían de salir de gira con los Bochamakers, y justamente de venir a Rosario, una ciudad que a Buscaglia  siempre lo recibió, con mil formatos distintos, a los largo de los últimos 20 años, y más también.

Tocan Sencillo, un tema que compuso junto a Julieta Rada y que los dos tocan a su manera, con sus personalidades instumentales, sus frases cambiadas como los identifican mejor, y sus jeites propios de su música. Luego suena un tema que hacía muchos años no tocaba, Lavapiés – Jesus is my coach, diciendo que no hay nada más lindo que hacer algo (música, amistad, lo que sea) con alguien con quien se pueda ser maestro y discípulo a la vez.

Los que fuimos a verlo al D7 cuando vino sólo con su guitarra en marzo, vimos una versión alucinante de Chuza interpretada con la amplia gama de sonidos que se le pueden sacar a una botella de plástico con un poco de agua. Bueno, volvió a hacer esa cosa increíble, pero esta vez, luego tocó el tema de vuelta, pero en su versión eléctrica. Después de eso, de un tirón vino el más clásico de todos, Cerebro, orgasmo, envidia, Sofía, y otra que se relaciona inevitablemente con Julieta Rada, Visionarios. Y la banda se va, obvio, queriendo volver.

La gente no acepta esa despedida, como era de esperarse, y empieza cantar como en la cancha “Bochamakers hoy te vinimos a ver / Bochamakers hoy no podés perder”. Martín no la puede creer y vuelve rápido al escenario, sin hacerse rogar ni un poquito, y agarra la guitarra para acompañar al público, hacerle cantar una ronda más y cerrarlo en el momento justo. Hermoso.

Anunciando el final propone una bien lúdica, antes de que los Bochamakers suban a hacer dos temas más. Invita al público a pedir cuatro temas de su discografía. Les cuento que me di el gusto de pedirle Vagabundo, y fui escuchado. Los otros fueron La puerta de Alcalá, Trivial Polonio y Mil cosas .Y los hizo sonar aunados en un popurrí hermoso y acústico, sacando a relucir su elocuencia y su versatilidad.

Y vuelven los Bochamakers haciendo un tema hecho en forma de tabú en tiempos de pandemia, que deja a la vista una de las grandes problemáticas uruguayas en el conflicto epidemiológico: Te acepto un mate. Y para cerrar, porque no podía faltar, Presiento que esta noche soy un lirio.

Sinceramente me siento muy afortunado de haber podido verlo a Martín Buscaglia presentarse este año en nuestra ciudad en dos formatos tam distintos. En esta ocasión, me saqué todas las ganas de verlo a banda completa, y escuchar bien eléctricos, grooveros y bailables, todos esos temas que conocí cuando un amigo me mostró El evangelio según mi jardinero y me partió la cabeza al medio, hace casi 15 años.

Podría hacer hincapié en cada uno de los músicos pero la verdad es que son todos terriblemente virtuosos, y a su vez, humildes. Tan complementados entre sí en la música como en la amistad, y ese es el pilar de su conexión.

Qué buena banda los Bochamakers, por favor. Martín dice Basta de Música, pero yo quiero más.

 

Texto: Gonzulu
Fotos: Juan Lavarello

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