Bandera: Festival de festivales

Se realizó la tercera edición del Festival Bandera, con 20.000 personas enardecidas en el Hipódromo del Parque Independencia.

Rosario necesita tener muchos más festivales. Y que sean de todo tipo: de música, teatro, danza, poesía, cine, deportivo, sociales, gamers, televisivos, cosplay, etc, etc, etc. Es que los festivales tienen cierta magia, cierta vibra. Y nosotres podemos hacerlo. Tenemos el talento y el público.

Y sino pregúntale a alguna de las veinte mil personas presentes en ese momento.

Festival Bandera en la ciudad de Rosario, veintidós de octubre de dosmilventidos.

Los fuegos de oKtubre no se encienden solos, se necesita alma y cuerpo para estar detrás de los fierros calientes y los pesados, esos que te dan de comer un chori cuando estas quebrade o esos que levantaron tres escenarios gigantes llenos de luces y pantallas en el Hipódromo del Parque Independencia.

Acceso rápido, descarte de latita de fresca antes de llegar, hidratate siempre, entrada por aquí, entrada por allá, pim pum pan, adentro del Festival Bandera.

Heterogeneidad en presencias dentro del complejo, en sus edades también, es que el festival nos hace ser una mezcla rara, y mandamos todo a la r... Atuendos jugados, outfits diurnos y nocturnos, los clásicos totals blacks, gemas y brillos en las caras, algún pico dulce girando por ahí, gafas negras y algunas amarillas, remeras del rocanrol cortadas apropósito y aquel que vino porque lo invitaron de onda. El festival… el sol en lo alto de la esfera por un rato más.

Una lata de birra Quilmes $700 (no habia promo, auspiciante del evento) y un sangucherli de algunos de sus tipos de $1000 para arribederchi. Algunes tuvieron que pasarla la de plástico por que la cosa se ponía poderosa mientras avanzaban las horas.

Las bandas me gustaron todas las que alcance a ver. Habría que hacer un estudio de campo de cuantas bandas aguanta un cuerpo humano, porque el mío no llego a las 15 que se propusieron desde la gestión, hubo que elegir, sabiendo que por ahí te perdías algún hit momento. Me gustaron en el sentido de que cada una dio lo mejor de sí, después si esa música, esas canciones, te interpelan o no te atraviesan tanto unas como otras, es una cuestión más personal.

Me parece que les grandes bandas que pisaron el escenario, sintieron un cosquilleo en sus estómagos por tocar delante de una porción del Gran Rosario, y les emergentes por tener la oportunidad de tocar en ese lugar tan groso. Que seguro de alguna manera impactara sus carreras.

Quienes pateamos los circuitos culturales, centros o gimnasios musicales de entrenamiento constante de nuestros artistas, (en constante peligro de extinción), nos pusimos contentos al ver que: Bad, Brunella y una porción de Broda (Mutu, Chulimane, Joako22), tuvieron su lugar, cautivaron miradas y cumplieron hermoso en la grilla del evento.

Al igual que Groovin Bohemia, quien le puso música a la sunset hour sobre uno de los escenarios principales, despidiendo el sol naranja del atardecer en el parque independencia con Nextweek (Sumo) y esa sana costumbre de cada tanto bajar un cover en su repertorio, sorprender y poner a todo el festival a poguear y levantar el polvo del suelo, para culminar con un auto abrazo de Nico Chiocca, mirando al cielo y soltando: “Gracias Luca”.

Epic shit de esas que sabes que son epic shit, en el preciso instante en que sucede, como una gran ola que te revuelca en la costa del mar y vos solo giras y giras… y giras.

Los Espiritus bajo el sol, con su rock psicodélico y atmosferas bluseras cautivantes. La gracia y elasticidad de El Kuelgue para sobrellevar cualquier ritmo y situación. Lo tierno de una caricatura, lo oscuro de que sea terror, una banda hecha para el metal, un micrófono trapero en manos de Dillom. Que todes se desmayen por mas que no sea punk rock, que todo se prenda de fuego y dolor con Nafta. Los clásicos que siempre vas a cantar y revotar como una de Las Pelotas y sus años de trayectoria. Que Dárgelos con Babasónicos cante en el Hipodromo y Carca le haga la segundee de atrás, que suene “Sin mi diablo”, “La Lanza” y “La pregunta”. Que una manga de Peces Raros, prueben si el sonido estaba hecho para los bajos del gran Buenos Aires, y la electrónica pase al frente por un rato. Que el predicador Acru nos deje algún mensaje para volver a casa pensando, que todos se queden bailando porque Los Peñaloza y su cumbia siempre quedaran sonando.

Me gustaría poder escribirles algo de cada una de las bandas que participaron, pero los años hacen que la canastita en el piso se complique cada vez un poquito más. Las articulaciones, el delfincito rosa del clima de Carlos Paz y la humedad de nuestro humedal.

Tercera edición del Festival Bandera. Estuvo buenísimo. Yo, si se hace otra vez, vuelvo a ir.

La cosa de juntarse en la casa de un amigue, salir a patear la calle en grupo, saber que tus responsabilidades son dejarlo todo en los prohibidos, abrazarte por segundos a un desconocide, emocionarte con el cocacolero porque estabas arruinado en sed, ver que algunes se encuentran después de mucho tiempo, que algunes están en paz y otres exaltades, es carnaval, eso… eso es algo muy de festival.

Y ante la duda de si festival si, o festival no.

¿Cuándo se repite? ¿Querès venir con nosotres?



Texto: Blackremozo
Fotos: Yamil Veces

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