Operación Boogie y suavidad

Suave Lomito y Vinocio cerraron el año en Rosario con su Operación Boogie, en el Galpón 11.

El sábado 5 de noviembre por la noche en el Galpón 11 era el momento y el espacio dados para que se proceda con la Operación Boogie. Con todos los detalles debidamente organizados, panchitos y tragos, estaba todo listo para que Suave Lomito y Vinocio lleven adelante sus presentaciones.

Unos minutos después de las 22 salió al escenario Vinocio, interpretando Vice City y Me estás haciendo mal, de su último material de estudio. En su versión full band, con Johnny Cross y Chilljud de frente al público, haciéndose cargo de las melodías de vientos, trompeta y saxo respectivamente.

La sutileza como bandera, viajando entre el jazz y el soul, con todo lo que se puede encontrar en el medio y algunos tintes del hip hop. Vinocio Club está en la casa, y justamente es eso, un club de encuentro a través de la música, donde el relajo con el que la misma es interpretada se transmite puramente al público que goza, de ceño bien fruncido y caderas en movimiento.

Hay tiempo para invitar a Tade Fonk con su grooverísima viola a interpretar dos temas, y la cosa se va poniendo cada vez más bailables, entre melos y armonías. La batería comienza a lucirse cada vez más, la voz de Chilljud toma preponderancia y se luce en canciones como En la vía, y los solos y riffs de Johnny Cross, con o sin sordina, están en otro level.

Presenciar un show de Vinocio realmente es un lujo. Todo se vive de una forma tan natural, y el goce es verdaderamente amplio. El público queda viajado y listo para otra buena tanda de música.

Y tras un corto pero buen respiro, es el turno de Suave Lomito, y suena el mar, que también está proyectado en la pantalla. En ese momento aparecen de a uno, vestidos de marineros, Franni, Welti y el Tano, navegando en un barco de cartón, divisando tierra firme, jugando. Al llegar a destino, encuentran el más preciado tesoro, perrito de peluche, y todo es saltito y celebración.

Con la formación base como trío salen plantadísimos con Quemémonos, su último tema presentado, y la forma en que oscilan entre un groove bien bailable y el agite de cabezas propio del puro rock, es sutil, es suave. Pero es lomito, siempre. Así tras esa presentación se sube a las tablas Bruno Rita, cazando la guitarra y cerrando el cuadrado. No es un detalle menor el hecho de que cuando tiene un rato libre de su responsabilidad instrumental, se sienta y se ceba unos mates.

Hay tiempo para todo. Repasar entero su EP debut, Lomitology, invitando debidamente en 33333 a Pol. También interpretan un precioso tema del Tano, de los tiempos pseudo electrónicos del Depto de Islas, ahora en versión Lomito. La intensidad de Franni definitivamente es una virtud, y la cabellera de Welti es muy propicia para el headbanging.

Pausa audiovisual para que la banda vuelva vestida de gala y encare el último tramo del show, en el que invitan a Chilljud a acompañar en un tema que hicieron en conjunto, y a hacer juntos también una versión de Suave, de Luis Miguel, muy acorde a lo que estábamos viviendo. Y el cierre, claro, con el primero de todos sus temas presentados, y el que ya se volvió un clásico, Atrapa2. Franni da la nota por última vez, saltando al campo de los espectadores para que se arme la ronda. Suave.

La Operación Boogie se desarrolló de manera completamente exitosa, para el disfrute generalizado. Un gran cierre de año con, como dijo Welti, el show más suave hasta la fecha. Excelente trabajo también de todas las personas que se encargaron de la gestión del evento, como Aixa Richard, Gonza Fernández y Yulo en stage.

Objetivo cumplido y salto para Suave Lomito, y una presentación precisa y gozada de Vinocio, que acrecienta su público rosarino. 

 

Texto: Gonzulu
Fotos: Yamil Veces

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