BEAT: pulsación, pulsada, toque, ritmo, tiempo.
Cualidades que sobresaltan a la gente, cuando de Franco Cinelli se habla.
No es cotidiano verlo, escucharlo en la ciudad, pero este fin de semana Rosario tuvo la suerte de sostener la segunda edición de su propia fiesta “MYBEAT”.
La noche comenzaba a puro groove, con dos Technics, un mixer y tres compacteras en manos de un groso del underground rosarino, como lo es Andres Zacco.
Nos deleitó una hora, a pura música de otro nivel… con gran calidad al momento de mezclar no se limitó a la base de un warm up, con puños y dientes hizo entrar en calor nuestros cuerpos en el Teatro Vorterix de Rosario. El mismo tardó poco en llenarse, y otro tanto en explotar!
Sin control, los cientos de hormigas bailarinas que movían sus antenas de acá para allá, encontraron al frente el primer pase. Del groove de Andrés al swing de Ernesto Ferreyra, cordobés intrépido y juguetón, se metió en nosotros otra hora más, para volvernos cuidadosamente loquitos.
Vinilos de acá, vinilos de allá, mezclas que se sumergían en un túnel infinito de emociones y hacían correr gotas de sudor por nuestras frentes.
Otro día más en que se conectaban sus almas, ante almas entregadas a la música, la noche anterior en State (Bs. As.) entendieron que el sábado iban a generar los tres una granada peligrosísima.
Y llegó el momento… en que Ernesto dejaba el poder del arte de combinar los sonidos en una secuencia temporal atendiendo a las leyes de la armonía, la melodía y el ritmo a un especialista en el tema, el gigante Franco Cinelli.
Las hormigas temblaban, y se convertían en distintos seres que incorporaban la frecuencia a sus cuerpos y almas para dejarse llevar por el maestro.
La noche estaba en pañales, Franco sudaba, todos sudábamos… pero los pies no paraban y las sonrisas brotaban de los rostros dando luz al teatro.
Divertido, novedoso, generando mezclas de otro mundo “Depeche Mode, Basement Jaxx, Eric Kupper, invento suyo que me atrevo a titular como Want to love”, vocales de acá, bases de allá… vinilos, discos, filtros, pitch, scratch, dedos, uñas, muñecas, todo en un combo inexplicable.
Un manipulador, controlador y benévolo ser que convoca a más de mil personas en un mismo lugar, con ansias, emociones incontrolables para hacerlos disfrutar de la mejor noche en meses.
Además de la calidez musical, la escena contaba con visuales que hacían que el viaje sea aún más profundo… a pesar de lo lindo y acorde que estaba el lugar, cabe destacar que la barra del teatro sufre de inflación y dejó a más de uno con los bolsillos vacíos. Quienes no modificaron su felicidad, ni disfrute al momento de bailar entendiendo las posibilidades a nivel espacios que la ciudad está brindando para realizar este tipo de eventos.
Muchas gracias Franco, muchas gracias Ernesto y muchas gracias Andrés por dar cátedra a los jóvenes y no tan jóvenes, rosarinos y de alrededores, de lo que es ser DJ.
La música enlaza, conecta y transmite... dejemosla fluir.
^Caminito^ Las Crudam (miércoles de 10 a 12 AM).