Los Jardines Líquidos mostraron su disco debut en Berlín

El viernes 17 de junio se presentaron en vivo por segunda vez Los Jardines Líquidos, la banda que está formada por Flor Croci en voz y guitarras, Ramón Merlo en guitarra y coros, Juan José “Negro” Flores en bajo y coros y Adrián “Taka” Carlesso en batería.

Con motivo de los festejos por los 20 años del bar ubicado en el pasaje Fabricio Simeoni, la entrada al show era libre y gratuita. Entre los asistentes podían verse muchos músicos y periodistas, lo que habla a las claras del interés que despierta la nueva propuesta de estos talentosos artistas rosarinos.
Poco antes de la medianoche, Flor y su banda saltaron al escenario y desgranaron una a una las distintas canciones que están incluidas en el CD que registraron en “El Color de la Mente”, la sala de ensayos y estudio de grabación que tiene Ramón Merlo en el sur rosarino. El material consta de 13 temas, 12 firmados por la dupla compositiva Croci-Merlo, más una exquisita versión de “Quién fuera”, de Silvio Rodríguez.
El pulso rockero de la formación es una de las claves de su energía, que se sostiene en la capacidad y ductilidad de los músicos para imprimirle distintos matices a cada uno de los temas. La voz de Flor suena clara y fresca y por momentos navega por el rock, o se perciben aires más pop, o el funk se apodera de la acción. En ese sentido no resulta casual que los temas que abordan desde las letras, desde la poesía, también tengan variedad y puedan ir desde temáticas cotidianas a elaboraciones más densas, oscuras y profundas.
El orden en la lista de temas fue al principio el mismo que el del disco, lo que hacía más reconocible el recorrido y de ese modo sonaron: “Yo puedo hacer fuego con el viento” –fue el tema elegido para abrir la noche y el disco, a pura tracción rockera-, “Roja abducción”- la historia de un músico que va a hacer un pacto con el diablo, según las palabras de Ramón-, “Tengo que aprender”, “La niña de las setas”, “Canción del no” –tema que adelantaron en El Ojo Blindado, en Planeta Cabezón, en marzo de 2014-, “Pesadilla”- con Flor tocando tambores y acompañando rítmicamente al Taka Carlesso- y “La sopa negra”-tema que en el que conviven la oscuridad y la potencia rockera-.
Luego siguieron “Son de humo”-un funk con fuerte respaldo en los coros-, “El clásico”-con Ramón y el Negro gritando los goles-, “Fin del mundo”, “Siempre es lo mismo”- con una letra de nostálgico desamor donde sobrevuela un aire pop-, “Quién fuera”-una versión increíble del cantautor cubano Silvio Rodríguez, recibida con beneplácito por los administradores de su página- y “Plato principal” – que le siguió aportando altas dosis de funk a la noche-.
Un párrafo aparte merecen las proyecciones en la pantalla al fondo del escenario con imágenes de “El huevo del ángel”, un animé que eligió Ramón Merlo y que también es inspiración e hilo conductor de las distintas historias que se van contando en el disco.
Al final se despacharon con un tema aún inédito. “Ni una menos”, dijo Flor desde el escenario, antes de despedirse de un público que brindó un cerrado aplauso cuando Los jardines líquidos terminaron de tocar su “Tratado de maltrato”.
 

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