Gastando el piso de D7

por Cabezón nro. 27

A quien suele pasar por la zona de Córdoba y Lagos de día, le habrá llamado la atención las reformas que se estaban llevando a cabo en Mano a Mano. Y es que, aunque ya no sea ese el nombre del espacio ubicado en Ovidio Lagos 790, cuesta mucho cambiar la costumbre y llamarlo Distrito 7. Más allá del nombre, lo cierto es que los cambios se notan. Con la compañía de Salvador Allende, Evo Morales y el Che Guevara entre otros, puede apreciarse la mejora en el sonido que han logrado con las mejoras en la acústica del lugar.

Para esta ocasión, tercer sábado tras la renovación, se presentaron sobre su escenario Tiradores y La Ilusión Orquesta. Los primeros abrieron el espectáculo a la hora y 35 minutos pasadas las 12, con una rápida prueba de sonido y sin su guitarrista. Para el segundo tema, aunque comenzó con un traspié, ya habían conseguido poner de pié a la gente para hacerla bailar. Al ritmo de wiro y con invitados como Jesus Eroles, completaron una lista corta que no superaron los 5 temas, pasando por ritmos de cumbia, árabes y hasta algo de ska. Pidiendo perdón por lo corto del acto y dejando a toda la gente con casi incontenidas ganas de bailar, dejan el lugar a la banda que continúa: La Ilusión.

Mientras se preparaba el escenario para recibir a la banda principal, no se permitió a la gente que se sentara, sino lo contrario. Al ritmo de cumbias con melodías conocidísimas que lograban que uno terminara sacudiendo los brazos, más gente fue ocupando el espacio hasta el punto que cuando la Ilusión sube al escenario, toda la gente ya estaba de pie.

Para quien no conozca la banda y desee ir a verla, se recomienda el uso de zapatillas cómodas ya que no va a parar de bailar en ningún momento del show. Con temas como “Que pegadiza que es esta canción” o “la Cumbia Imperial” uno no va a tener los dos pies en el piso al mismo tiempo. Esa es la magia de esta banda, el movimiento. Aunque cabe destacar que sus músicos poseen un talento excepcional, ya sean entre el dúo de guitarras que saben interpretar el Seba con el Pepa, o la imparable batería del Rolo, llegan a meterlo a uno en un trance donde el detenerse no es una opción.

A lo largo de la lista también estuvo la participación de invitados y el anuncio de que esta fecha sería la última en la que Julián Cicerchia estaría en la formación de la banda. Para las 3:07 terminan su último tema: Hit the road Jack.

Pero la fiesta no terminó ahí, con una lista de cumbias que no dejaron a la gente detenerse, se pudo seguir bailando hasta las 4:30. Debe destacarse la buena onda de la gente, dispuesta a bailar hasta las últimas consecuencias, sobrellevando el gran calor que llegó a hacer hasta alcanzadas las 4. Y es que el lugar puede estar muy bueno, como lo que nos ofrece la gente de D7, pero lo que realmente hizo que fuera una gran fiesta fueron las ganas de divertirse y el verse rodeado de gente con la misma energía que uno. Tanto así que pudo verse gente llorando mientras se alejaban una vez terminada la noche.

 

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