Hace unos días, con precisión de 7 porque los números me persiguen como en una especie de carrera entre autitos chocadores, fue la gloriosa vuelta de Joystick a Rosario. 

El calor azota la ciudad y la búsqueda, casi necesaria, de algo fresco que beber y donde habitar se extiende también a los shows y JTK nos prometía una puesta fresca, renovada y llena de luces, magias y otros condimentos. 

La cita fue el viernes 25, en Distrito Siete. Una cita compartida porque en colectivo todo es más lindo. León Ríos, artista de nuestra ciudad, daría el opening esa noche y Joystick el cierre; un cierre épico a un año cargado de presentaciones y nuevas canciones.

La gente va llegando al baile, D7 abre sus puertas y casi casi todo listo para abrir telón y comenzar la función. 

León es guitarrista en Barfeye y con miras precisas y acertadas a una carrera solista, nos compartió su repertorio. Una canción sensible y amable, de acá, de amores, desamores y salsa de tomates fría. León y su guitarra dieron la apertura justa: íntima, cercana y acústica, compartiéndonos que la canción local se reinventa, una vez más. 

El show principal se acercaba y mi cabeza hacía una especie de repaso por la carrera de Joystick y también a la espera de lo que iba a suceder. “Mil razones para no dormir” y “Licores furiosos” son los títulos de los álbumes de estudio de la banda. Los mismos están repletos de hits: Burlesque, Perfecto para la ocasión y Desconectame son solo algunas de esas canciones; canciones que te ponen a bailar y que se disfrutan a la escucha. Con comienzos en 2014 y en vistas de lanzar un nuevo disco, JTK se encuentra en un momento clave: la consolidación de su carrera y un crecimiento sin techo. 

El público se agita, las luces del espacio se amenizan y el escenario se vuelve el foco central. Una brecha silenciosa ocupa el lugar hasta que un sonido del futuro irrumpe en la sala y en los cuerpos. Una intro futurista, del más allá, colmada de destellos luminosos y voces distorsionadas dan comienzo al show. Después de casi dos años, Joystick vuelve a aparecer en un escenario rosarino. 
“Desaparece y Aparece” fue la canción elegida como primera, aquella que dió el puntapié a un repertorio increíble. El mismo surfeó entre ambos discos y singles tales como “Tito lo sabe” y “Salir en Tv”. 17 fueron las canciones que nos llevaron de paseo; un paseo hermoso y detallista, de una escucha presente, mucho baile y lleno de sorpresas:  canciones que se vendrán y dos covers increíbles (resalto: INCREÍBLES) de “Baby one more time” y “Brainstorm”. El Rock sigue vigente y Joystick viene a demostrarlo. 

El 2023 nos depara, como destino casi inclaudicable, música. Música nueva, fresca, llena de sonidos, texturas y colores; música de esa que transporta, de auriculares, música de día, noche y de alegrías. Joystick entra en todas esas categorías y acá estamos listxs para esa nueva música, ese nuevo disco y lo que el destino depare. Al devenir de la sorpresa, siempre. 

Texto: Agustina Tisocco
Fotos: Ligia Majul